Wall Street recibe con subidas el recorte de tipos pero acentúa el nerviosismo
Greenspan no defraudó. Tal y como se esperaba, la Reserva Federal decidió un recorte de tipos de interés de medio punto, la novena rebaja en lo que llevamos de año. Los inversores reaccionaron con nerviosismo. Por un lado, la medida puede incentivar la economía, pero evidencia que el organismo teme una recesión. Una remontada en los último minutos de la sesión permitió al Dow Jones ganar un 1,29% y al Nasdaq, el 0,79%.
El nerviosismo sigue atenazando Wall Street. Ni siquiera Alan Greenspan, que solía tener la capacidad de inyectar ánimos al mercado, pudo ayer con el pesimismo. Después de la decisión de recortar los tipos de interés, las Bolsas sufrieron fuertes altibajos, que les llevaron varias veces de terreno positivo a negativo y viceversa. Al cierre, el Dow Jones subió un 1,29% y el Nasdaq, el 0,79%.
Como suele ocurrir en las citas con la Reserva Federal, la inquietud dominó los mercados y la volatilidad se acentuó tras publicarse la medida.
Después de una apertura dubitativa, en la que los inversores digirieron una nueva avalancha de rebajas de previsiones, las compras regresaron tímidamente. Poco antes de conocerse la decisión de la Fed, las dudas se dejaron sentir y los índices flaquearon, aunque continuaron en positivo. Sin embargo, tras conocerse la medida, las ganancias desaparecieron y las Bolsas se movieron en tierra de nadie hasta el cierre.
Según los analistas, la debilitada situación del mercado y el deterioro de la confianza de los inversores no otorgaban margen a Alan Greenspan para decepcionar al mercado con una rebaja de tipos inferior a la esperada.
Con la reacción de ayer, los expertos no se atreven a dar por finalizada la crisis desatada desde los ataques. Muchos opinan que la incertidumbre provocada por el más que posible ataque de Estados Unidos contra Afganistán, las dudas económicas y las advertencias sobre peores resultados seguirán pesando más en el mercado que los esfuerzos de la Fed por atajar el deterioro de la economía.
No en vano, los sucesivos movimientos para inyectar liquidez por parte de la autoridad monetaria estadounidense llevados a cabo durante este año poco han hecho por frenar la debilidad de las Bolsas. Desde enero, el Dow Jones ha perdido un 17,6% de su valor y el Nasdaq, el 39%. Este retroceso se ha acentuado desde los atentados. Desde que los mercados estadounidenses reabrieran sus puertas el día 17 de septiembre, el índice tecnológico ha caído un 12,3%, mientras Wall Street ha perdido el 7,4%.
En este ambiente, los inversores apostaron ayer por los valores de la nueva economía, ignorando la alerta sobre peores resultados de Compaq. La compañía anunció la víspera, al cierre de mercado, que no alcanzará las expectativas de beneficio, con lo que arrastró a la baja a otros valores del sector.
Las ganancias en las empresas de programas informáticos y biotecnológicas compensaron las pérdidas de las anteriores y permitieron al Nasdaq cerrar en positivo por primera vez esta semana.
Entre los valores tradicionales, subieron las distribuidoras y aerolíneas, fuertemente penalizadas desde los atentados. En el lado negativo se situaron las químicas y los medios de comunicación tras la alerta de McGraw-Hill.
Los analistas ven margen para más rebajas
Los datos económicos publicados indican que la economía estadounidense, incluso antes de los atentados del pasado 11 de septiembre, daba claros síntomas de enfriamiento. Los ataques no han hecho más que acentuar la incertidumbre económica del país, especialmente por los efectos sobre la confianza de los consumidores, así como la inversión empresarial.
Por todo ello, los expertos apuestan por que la Reserva Federal decidirá nuevas rebajas de tipos de interés de aquí a final de año. "La Reserva Federal debe mantener el sesgo para atajar la debilidad económica", afirman los analistas de BNP Paribas. Según estos expertos, dados los buenos datos de inflación y la incertidumbre económica, "los tipos de interés de referencia pueden bajar hasta el 2% hasta finales de año".
Esta misma opinión la comparten los analistas de Merrill Lynch, para quienes la Fed puede bajar los tipos hasta el 2% este año, si bien "dependerá del marco económico y del mercado".
La rentabilidad de los bonos sigue a la baja tras la decisión de Greenspan
El mercado de bonos prolongó, gracias al recorte de tipos practicado ayer, la tendencia positiva de los últimos meses. Así, el precio del bono del Tesoro a 10 años avanzaba posiciones a poco del cierre de Wall Street. La rentabilidad, que se mueve en sentido inverso al precio, descendió hasta el 4,51%. Desde 1998, cuando Greenspan bajó los tipos para atajar la crisis rusa, no se negociaban bonos con tipos tan bajos.
Por descontada, la rebaja de tipos apenas movió el mercado de renta fija. El bono estadounidense ganaba posiciones antes de la reunión de la Reserva Federal y las siguió ganado después. Hubo algún movimiento al alza y, luego, a la baja en los minutos inmediatamente posteriores a conocerse la noticia. Pero luego el mercado se estabilizó.
Los ataques terroristas a Estados Unidos han impulsado el mercado de bonos por dos vías. En primer lugar, debido a la búsqueda de un refugio seguro para el dinero ante la incertidumbre provocada por los atentados y sus consecuencias. Por otro lado, debido a las expectativas (acertadas) de que la Reserva Federal iba a bajar tipos para insuflar confianza en la economía y evitar un mayor enfriamiento.