La recesión económica de Argentina se agravó en el tercer trimestre
Como la economía que él dirige, Domingo Cavallo no atraviesa uno de sus mejores momentos. Después de seis meses de gestión, las recetas aplicadas por el ministro no han tenido ningún éxito para reactivar la economía y cada día son más las voces que piden su cese. El Gobierno, además, se ve sometido a la presión de las elecciones parciales al Senado del próximo 14 de octubre, que no les ofrecen perspectivas favorables. Una victoria clara de la oposición peronista, que ya tiene la mayoría en el Senado, reforzará el poder de las provincias gobernadas por el peronista Partido Justicialista y cuya colaboración con el Gobierno resulta clave para el éxito de la ley de déficit cero.
No corren buenos tiempos para la economía argentina. Después de tres años de crisis económica y numerosos planes para intentar impulsar la actividad, la economía -lejos de activarse- ha acentuado su parálisis en los últimos meses.
El Gobierno anunció en la madrugada del lunes que la recaudación impositiva cayó un 14% el pasado mes de septiembre, lo que obligará al Ejecutivo que preside Fernando de la Rúa a realizar un nuevo ajuste del gasto para cumplir con la ley de déficit cero a que se comprometió con el Fondo Monetario Internacional (FMI) a cambio de ayudas billonarias.
El análisis detallado de los ingresos refleja que la economía se ha instalado en un círculo vicioso difícil de romper. La mayor caída de la recaudación fue en el IVA (31,4%) y en los bienes personales (69,8%), como consecuencia del fuerte parón del consumo. Y es que el recorte de salarios y pensiones públicos en un 13% aprobado en julio por el Gobierno ha mermado aún más la ya disminuida capacidad adquisitiva de los argentinos y ha sumido a un tercio de la población en niveles de pobreza.
Nuevo ajuste
El ministro de Economía, Domingo Cavallo, reconoció que la economía se enfrenta a una "depresión que se ha agudizado en el tercer trimestre". "Sin duda, el tercer trimestre de este año ha sido fuertemente recesivo como consecuencia de la salida de depósitos del sistema bancario, de la contracción del crédito y del gran aumento de la tasa de interés, hasta que conseguimos la financiación especial del FMI", admitió.
Para cumplir con las metas pactadas con el organismo internacional, Cavallo admitió que habrá que recortar nuevos gastos por 890 millones de dólares (970 millones de euros) entre octubre y diciembre, lo que a su vez acentuará la crisis económica y social y, con ello, la caída de la recaudación.
De hecho, el Gobierno cumplió "con creces" el déficit cero entre junio y septiembre gracias a una menor aportación de fondos a las provincias y el retraso en el pago de algunas jubilaciones.
De momento, el Gobierno asegura que no profundizará en el recorte de pensiones y salarios públicos aprobado en julio, pero asegura, al mismo tiempo, que el ajuste afectará a todas las partidas de la Administración pública, incluidos los fondos para planes sociales y de salud.
Cavallo ha optado por profundizar en las soluciones a corto plazo, que sin embargo queman posibilidades de futuro. El ministro anunció que se reforzará el mecanismo destinado a pagar impuestos futuros con títulos públicos que venzan de aquí a 2003, algo hasta ahora sólo permitió con el pago de interés y que ahora extiende al monto del capital.
A los problemas de la economía argentina hay que sumar, ahora, el parón provocado en el comercio mundial tras los atentados contra EE UU del pasado 11 de septiembre, lo que agravará la situación de los países emergentes, como reconoció el lunes el Banco Mundial.
El riesgo-país reflejó las malas noticias de la economía y marcó un cierre de 1.687 puntos.