Armesto confirma que Vives defendió en 1999 intervenir Gescartera
El ex presidente de la Comisión Nacional del Mercado de Valores Juan Fernández Armesto confirmó ayer en el Congreso que el Consejo celebrado por el organismo supervisor el 16 de abril de 1999 debatió la intervención de Gescartera a propuesta del ex jefe de Supervisión David Vives. Armesto desmintió de esta forma el testimonio aportado en la comisión de investigación por su sucesora, Pilar Valiente.
Armesto echó ayer por tierra punto por punto la versión ofrecida al Congreso por Pilar Valiente sobre las circunstancias que rodearon el consejo extraordinario celebrado por la CNMV el 16 de abril de 1999 para abordar la intervención de Gescartera. El ex presidente de la CNMV confirmó que el ex jefe de la unidad de Supervisión David Vives defendió en dicha reunión la intervención de la agencia, medida que no salió adelante porque hubo tres consejeros (Pilar Valiente, José Manuel Barberán y José María Roldán) que se opusieron a dar este paso. "¡Menudo papelón hubiera hecho yo si después de convocar el consejo de forma tan excepcional luego Vives no defiende la intervención!", exclamó Armesto.
Su versión confirma que el secretario del consejo y jefe de la asesoría jurídica de la CNMV en aquel momento, Antonio Alonso Ureba, subrayó los inconvenientes legales que suponía la intervención y las responsabilidades en las que podían incurrir los consejeros en caso de adoptar una medida incorrecta.
En contra de lo que Valiente también aseguró el jueves en el Congreso, Armesto confirmó ayer que el 15 de abril de 1999, tras entrevistarse con Vives y el consejero José Manuel Barberán, convocó oralmente el consejo extraordinario para el día siguiente, avisando por teléfono al entones director general del Tesoro, Jaime Caruana, que no pudo asistir, y al subgobernador del Banco de España, Miguel Martín.
Informe desaparecido
Armesto reconoció que ese mismo día encargó a la asesoría jurídica de la CNMV un documento para fundamentar la intervención de Gescartera. En dicho departamento trabajaba Jaime Pérez Renovales (hoy jefe de gabinete de Rodrigo Rato), a las órdenes de Antonio Alonso Ureba. Dicho documento no aparece, pese a haber sido pedido por los diputados.
El mismo día 15, el ex vicepresidente de la CNMV Luis Ramallo visitó junto a su jefe de gabinete, José María Ramírez, al entonces secretario de Estado de Hacienda, Enrique Giménez-Reyna, hermano de la presidenta de Gescartera. Ramallo relató ayer que fue para buscar una salida profesional a Ramírez en el ministerio, aunque fuentes seguras informan que en esa fecha el interesado ya conocía su próximo destino profesional en el sector privado. El diputado socialista Ángel Martínez Sanjuán relacionó esta visita al despacho de Giménez-Reyna con la preocupación que en Ramallo originó la convocatoria para el día siguiente de un consejo extraordinario en el que Armesto, tras escuchar a Vives y a Barberán, pensaba apoyar la intervención de Gescartera. Ramallo eludió precisar ayer la hora en la que se vio con el ex secretario de Estado de Hacienda.
Posible falsificación
El diputado del PP Vicente Martínez Pujalte defendió ayer la versión ofrecida el jueves por Valiente: al consejo del día 16 no llegó propuesta formal alguna para intervenir Gescartera. Y es en este punto concreto cuando ayer saltó el escándalo en la comisión de investigación. El PP se aferró en su argumentación a un documento de dos folios en el que se describen como "propuesta de acuerdo" del Consejo cuatro puntos con las medidas cautelares que podrían aplicarse a Gescartera. La iniciativa más importante es la prohibición a la agencia de que captara nuevos clientes. Junto a ella se lee escrito a mano "ni fondos para su gestión". El PP defendió ayer que ésta fue la única propuesta que por escrito llegó al consejo. Armesto no recuerda haberla leído aquel día e insinuó que podría tratarse de una falsificación, después de apuntar la posible autoría del entonces secretario del Consejo, Antonio Alonso Ureba.
El PSOE considera que dicho documento no formó parte del acta y que ha sido elaborado con posterioridad y trasladado al Congreso para desautorizar a David Vives y tratar de demostrar que es la única propuesta escrita que se debatió en el consejo de abril de 1999. Los grupos parlamentarios no descartan pedir una prueba caligráfica para determinar la autoría de los manuscritos que figuran en el informe.
Tal y como narró Vives el miércoles en la comisión de investigación, después de que se celebró este consejo se desató una campaña de desprestigio contra la unidad de Supervisión de la CNMV, versión confirmada por Armesto. "Desde Gescartera se imputó a Supervisión actuaciones parciales dentro de una campaña de desprestigio que culpaba al rigor de Vives de destrozar la cartera de clientes. En su campaña de intoxicación, Gescartera empleó armas habilidosas" para dificultar la investigación, añadió Armesto. "Lo que más me extrañó fue que sus directivos se comportaban de forma arrogante, agresiva, con desfachatez y este comportamiento no lo había visto en ninguna otra agencia" en su trato con la CNMV.
El PP irrita al ex presidente del órgano supervisor
Después de cuatro horas de comparecencia y ante la insistencia del diputado del PP Vicente Martínez Pujalte en demostrar que el consejo celebrado por la CNMV el 16 de abril de 1999 no abordó la intervención de Gescartera, Juan Fernández Armesto se exasperó, acusó al partido que apoya al Gobierno de buscarle las cosquillas con "preguntas malintencionadas aprovechando mi cansancio" y solicitó un descanso, que le fue concedido.
La línea argumental de los diputados del PP durante las comparecencias de David Vives, Pilar Valiente, Juan Fernández Armesto y Luis Ramallo ha sido siempre la misma: defender que en el famoso consejo nadie propuso formalmente la intervención de Gescartera y, por tanto, salvar la actuación que tuvieron en el mismo los tres consejeros opuestos a la medida: Luis Ramallo, Pilar Valiente y José María Roldán. Todos ellos fueron promovidos hasta el organismo supervisor por el vicepresidente segundo, Rodrigo Rato.
Ramallo llegó a sostener ayer que Rato le propuso como vicepresidente de la CNMV, cargo que lleva aparejado el de consejero del Banco de España, por sus conocimientos "sobre los mercados de valores". Negó que los nombramientos originaran "una toma de poder" en la comisión por parte del vicepresidente.
Durante el tiempo en que permaneció en la CNMV, sostuvo Ramallo, no tuvo noticia alguna sobre Gescartera hasta el 6 de abril de 1999. Negó haber realizado gestiones en favor de la agencia.
El PP no sólo irritó ayer a Fernández Armesto. También provocó momentos de tensión con el ex presidente de la CNMV Luis Carlos Croissier, el primer compareciente de la jornada. El diputado Rafael Cámara le acusó de no haber sabido ver en el año 1995 los malos usos, que, en su opinión, ya se detectaban en Gescartera. Croissier defendió la actuación que tuvo entonces el organismo supervisor. "Mi estilo nunca ha sido quitarme del medio ni escudarme en ningún técnico. En aquella época hubiera sido un despropósito intervenir una pulga como Gescartera", dijo.
Acompañó su intervención de un recordatorio sobre el patrimonio gestionado por la agencia de valores a lo largo de su historia, en el que se comprueba que el volumen de dinero se disparó en el año 1996, fecha en la que el PP accede al poder. En 1992, Bolsa Consulting (embrión de Gescartera) gestionaba un patrimonio de 98 millones. En 1995, de 756. Un año después, de 1.241. En 1997 pasó a manejar un patrimonio de 3.117 millones, cifra que evolucionó hasta 8.449 en 1998, 7.500 en 1999 y 8.700 en 2000.
La conclusión que extrajo el PP es que Croissier "también resultó engañado" por Gescartera. El compareciente subrayó una diferencia entre su etapa como presidente de la CNMV y la de Pilar Valiente. "Entonces, el presidente, el vicepresidente y los consejeros no recibían regalos ni tenían visitas ni comidas" con los responsables de Banesto e Ibercorp. Estos dos casos le fueron recordados a Croissier por el PP como ejemplos de que durante los Gobiernos socialistas los organismos de supervisión tampoco funcionaron.
Alonso Ureba incorporó a Ramallo como notario en Telefónica
Luis Ramallo, ex vicepresidente de la CNMV y ex diputado del PP, comenzó a ser notario de Telefónica tras la llegada al consejo de la compañía de Antonio Alonso Ureba, ex secretario del consejo del organismo supervisor, según informó ayer la Cadena SER.
Alonso Ureba se incorporó a Telefónica como secretario general de la compañía a finales de marzo de este año. Desde entonces, la notaría de Luis Ramallo ha dado fe de, al menos, 14 actos societarios de la empresa y de varias de sus filiales como Terra o TPI, según la información remitida al Congreso por el Colegio de Notarios. Ramallo no había sido notario de la empresa hasta entonces.
Alonso Ureba fue quien, desde su nuevo cargo, dio instrucciones para que buena parte de los actos de la compañía fueran ratificados por Ramallo. Y según ha reconocido Telefónica, su designación fue decisión de Antonio Alonso Ureba porque así corresponde a su cargo. Aunque, aclara, es sólo uno de los 50 notarios con los que trabaja la compañía.
Críticas a Armesto y Vives
En su comparecencia de ayer ante el Congreso, Luis Ramallo, que reconoció que en la reunión del consejo de la CNMV de abril de 1999 se mencionó la posibilidad de intervenir Gescartera, centró sus ataques en los miembros del organismo regulador con los que mantuvo enfrentamientos constantes.
En una intervención que el PSOE calificó de auténtico "esperpento", el ex vicepresidente de la CNMV afirmó que su inmediato superior, Juan Fernández Armesto, apenas trabajaba y sólo aprovechaba su cargo "para firmar las grandes cosas". También le acusó de promover "una táctica de ocultamiento" e, incluso, de "ser amigo de Juan Villalonga", ex presidente de Telefónica, y de manipular su expediente.
De David Vives, el ex jefe de supervisión de la CNMV que propuso la intervención de Gescartera, tampoco dio una buena opinión. "Hablando de incompatibilidades, hay que recordar que vino a la Comisión desde el Banco Popular y después también marchó al mismo banco", señaló.
Ramallo desveló que 15 días antes de dejar la vicepresidencia de la CNMV, el dueño de Gescartera, Antonio Camacho, le citó en un conocido hotel madrileño para entregarle un documento sobre Radiotrónica, sociedad de la que Prisa compró un paquete de acciones del 2,3%.