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El próximo director de la OMC cree que el ataque dificulta la nueva ronda

El próximo director general de la Organización Mundial del Comercio (OMC), Supachai Panitchpakdi, declaró ayer que el ataque terrorista a EE UU dificulta el lanzamiento de una nueva ronda comercial, que se esperaba surgiera de la reunión que se celebrará en Qatar en noviembre. La OMC volvió ayer a reiterar que los preparativos para el encuentro seguían su curso, a pesar de los rumores de un aplazamiento por la tensión que se respira en la zona.

Los atentados perpetrados en Nueva York y Washington el pasado 11 de septiembre han cambiado el ambiente político en el mundo lo que, según afirmó ayer Supachai, puede dificultar el lanzamiento de una nueva ronda comercial. No obstante, el ex viceprimer ministro de Tailandia, que sustituirá a Mike Moore al frente de la OMC en septiembre de 2002, declaró no haber perdido la esperanza de que en Qatar se produzca un acuerdo.

Los ataques "han hecho más difícil el lanzamiento de una nueva ronda pero al mismo tiempo la han hecho más relevante, mucho más necesaria que antes", afirmó Supachai en una conferencia de prensa. En su opinión el acuerdo entre los 142 países que forman la OMC para liberalizar más el comercio necesita consenso político, no sólo comercial, y los recientes acontecimientos han despertado dudas al respecto. "No se trabaja en negociaciones comerciales basándose sólo en factores comerciales... se necesita deseo político", afirmó.

La capital de Qatar, Doha, es el lugar elegido para que los 142 países de la organización se den cita del 9 al 13 de noviembre, con los ojos puestos en acordar nuevas negociaciones para reducir las barreras comerciales entre los países.

Emplazamiento peligroso

Las declaraciones de Supachai llegan después de que los atentados contra EE UU extendieran la opinión entre algunos diplomáticos de la necesidad de posponer la cita ministerial, dada la situación geográfica de Qatar, sobre todo ante un inminente ataque estadounidense sobre Afganistán. Supachai mencionó también esa posibilidad "si es imposible organizar esta reunión entre el 9 y el 13 de noviembre, se podrían cambiar la fecha, pero no la reunión".

La posición oficial de la OMC, sin embargo, confirma lo ya anunciado por Moore el 14 de septiembre: la reunión sigue adelante y con la fecha prevista. Ayer, el portavoz de la organización, Keith Rockwell, reiteró en Bruselas esa posición, argumentando que "ningún Gobierno ha pedido que se cambie o se cancele". Sin embargo, fuentes cercanas a las negociaciones en Ginebra confirmaban que en los pasillos los diplomáticos hablan de otras posibilidades.

El país anfitrión prefiere quitar importancia al hecho de encontrarse en Oriente Próximo, e insiste en que la seguridad no es un problema. "No ha cambiado nada por los recientes atentados", afirman los organizadores del evento, "seguimos preparándolo". Frente a los rumores que temen la inestabilidad de la zona, los anfitriones intentan tranquilizar: "Garantizamos la seguridad del encuentro".

La Unión Europea también ha manifestado su apoyo a la reunión de Doha, y la normalidad de los preparativos. "Todo sigue adelante", afirma Anthony Gooch, portavoz de Pascal Lamy. En su opinión, las especulaciones sobre un cambio de fecha de la cita están infundados, porque nadie lo ha dicho oficialmente.

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