Las inversiones extranjeras caerán un 40% en el mundo este año
La Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (Unctad) confirmaba ayer las pesimistas previsiones sobre la evolución de las inversiones extranjeras en el mundo.
En contraste con el máximo histórico de 1,3 billones de dólares (1,41 billones de euros) registrado durante el ejercicio de 2000, las previsiones de la Unctad para el año en curso apuntan a una caída del 40% en el importe global de las inversiones transfronterizas directas a escala mundial, que suponen la primera variación negativa en los últimos 10 años.
Un brusco cambio de tendencia cuyo impacto podría, incluso, ser más elevado, ya que el propio secretario general de esta organización, Rubens Ricupero, explicaba que esta previsión se realizó con los datos de 53 países durante el primer semestre y no incluye los cambios que puedan suponer en la economía internacional los graves atentados perpetrados la semana pasada en EE UU.
Al margen de estos sucesos, el informe anual de la Unctad sobre las inversiones en el mundo, presentado ayer, justifica esta disminución de la actividad inversora por la orientación a la baja de las fusiones y adquisiciones transfronterizas, que crecieron un 50% en 2000, hasta 1.100 millones de dólares.
Afectadas por la ralentización de la economía mundial, el importe de estas operaciones de fusión y adquisición alcanzaba los 400.000 millones de dólares (434.782 millones de euros) entre enero y septiembre de 2001, un tercio menos que el valor total alcanzado en 2000.
Por áreas geográficas, la Unctad destaca que las inversiones extranjeras directas caerán un 49% en los países desarrollados (que aportan más del 75% del total mundial), pasando de algo más de un billón de dólares en 2000 hasta los 510.000 millones de dólares previstos para este año. Para los países en desarrollo, la tasa de descenso será sensiblemente inferior, en torno al 6%, situándose en unos 225.000 millones de dólares.
Estados Unidos, con 281.000 millones de dólares, fue el primer país receptor de inversión extranjera en 2000, mientras que el Reino Unido se situó como primer emisor con 250.000 millones de dólares. España ocupa el séptimo lugar mundial entre los países emisores y el décimo entre los grandes receptores.
El Banco de España cifraba ya en un 31,1% la caída de las inversiones españolas en el exterior en enero-mayo y en un 16,6% el descenso de las extranjeras en España.