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La Bolsas aguardan impacientes la reanudación de actividades en Wall Street

Los mercados estadounidenses abrirán sus puertas el lunes tras mantenerse cerrados cuatro días consecutivos. Las Bolsas europeas, que han hecho gala de una madurez sin precedentes, esperan ansiosas que Wall Street y el Nasdaq formalicen sus primeras operaciones tras la catástrofe terrorista del martes.

La reacción inicial, la del martes, llevó el sello de la agitación, del pánico en algunos casos. Las posteriores, la del análisis y la reflexión. Los movimientos de los mercados fueron apresurados el martes y más atemperados en los dos días siguientes. Esto no es indicativo, sin embargo, de que haya que echar las campanas al vuelo. Operadores, especuladores, inversores, analistas, políticos y observadores en general esperan como agua de mayo la reapertura de las Bolsas de Estados Unidos el lunes.

"¿Derrumbe de las Bolsas?, ¿caída libre de los mercados? Lo que hemos vivido en los últimos días, especialmente el martes, es una respuesta para ambas preguntas. Ya de por sí el contexto de los mercados era negativo antes de los ataques a Estados Unidos: ahora es desolador", dice José Luis Martínez, economista jefe de Citibank.

"Se teme el impacto de toda la incertidumbre actual sobre el consumo, al final sobre la propia economía norteamericana (no nos olvidemos, también sobre la economía mundial). Hacer proyecciones para su evolución en los próximos meses es prácticamente imposible: depende de demasiados factores. ¿Podemos entrar en recesión? Puede ser. ¿La economía lo puede superar tras un shock inicial? También es posible. ¿Podemos estar en un contexto de indefinición durante algunos meses? Es lo más probable". Son las preguntas y respuestas imposibles que se hace el economista jefe y que recogen el sentir de muchos intermediarios financieros.

"Estamos abatidos. Nunca hemos visto una situación igual. El temor es que los atentados terroristas tengan un impacto decisivo en el consumo, con el consiguiente deterioro de unas cifras económicas que ya estaban muy debilitadas. No sabemos qué es lo que puede suceder cuando los mercados abran sus puertas", cuenta un ejecutivo de Morgan Stanley.

"Lo que nos preocupa es el futuro, como siempre, porque la realidad es incontestable. Nos preocupa el corto y medio plazo. Consideramos que a corto no habrá problemas, porque los bancos centrales y la Fed ayudarán", dice un ejecutivo de Lehman.

 

El Ibex sube el 0,03% con volumen de negocio a la baja

Las Bolsas desarrollaron ayer su actividad en tierra de nadie tras el golpe inesperado del martes. El mercado nacional fue el que mejor reflejó esta situación. Alzas y bajas, aunque de manera controlada, se sucedieron a lo largo del día para terminar sin cambios.

El Ibex cerró con una subida anecdótica, del 0,03%. La Bolsa francesa bajó el 0,01% y la alemana, la más castigada en las 48 horas anteriores, apenas un 0,5%. Una situación de compás de espera, hasta la apertura de los mercados estadounidenses.

Lo destacado por los operadores fue el bajo volumen de negocio, con sólo 1.374 millones de euros intercambiados en el mercado continuo. La cifra se aproxima, de nuevo, a los niveles más bajos del año y confirma que el inversor final sigue ausente de los mercados tanto para comprar como para vender.

Mientras, los estudiosos recuerdan que las Bolsas experimentaron el martes la mayor volatilidad desde septiembre de 1998. La volatilidad diaria anualizada alcanzó en el caso del Ibex el 69%. La comparación de la evolución de las volatilidades diarias ahora con las existentes en la Crisis de Rusia de 1998 son muy significativas.

Consideran lo expertos, en este sentido, que ambas situaciones no son comparables. Eso sí, reconocen que en aquel momento había un riesgo de liquidez, y ese riesgo puede ser uno de los problemas con que se van a encontrar las autoridades en las próximas semanas. Destacan, por tanto, que en un contexto de poca liquidez, las volatilidades cotizadas en los mercados de renta variable han subido entre 15 y 20 puntos, un nivel que manifiesta el riesgo extremo de la ya arriesgada, por definición, inversión en Bolsa.

En la jornada de ayer, como hecho curioso, la volatilidad cayó a cotas por debajo de las normales.

 

Los valores tecnológicos serán ahora

los más favorecidos

Las firmas de análisis nacionales e internacionales han entrado en un proceso alocado de variación de proyecciones y recomendaciones, después de los atentados terroristas en Estados Unidos. Un análisis frío de los informes que llegan en las últimas horas refleja, ante todo, el caos y la confusión. No hay consenso.

Sólo coinciden en el pasado, es decir, en el reconocimiento de que las compañías aseguradoras, las líneas aéreas, las empresas de ocio y de consumo serán las más perjudicadas. Es curioso observar cómo muy pocos analistas recomiendan la venta de acciones bancarias, las más afectadas de manera directa o indirecta por la situación de crisis que se ha desatado.

A medida que pasan los días y crece la expectativa ante el dispar comportamiento que mostrarán los sectores cotizados en Wall Street cuando esta Bolsa abra sus puertas, porque son los que servirán de guía al resto de los mercados del mundo, crece el optimismo en los vapuleados valores tecnológicos.

Una apuesta de futuro

"La creencia es que se invertirán sumas billonarias en tecnología avanzada para evitar desastres como el ocurrido", dice el analista de una firma de Bolsa bancaria. "La apuesta por el futuro será cada vez más clara", añade, "y ello favorecerá a muchos valores del Nuevo Mercado español".

El mejor comportamiento de los valores tecnológicos en las últimas 24 horas refrenda este sentimiento. Hay quienes sostienen que la nueva economía sí será una realidad tras los últimos acontecimientos sucedidos en Estados Unidos.

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