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El FMI rebaja del 3,2% al 2,7% su previsión de crecimiento económico

2001 representará un duro frenazo para la economía mundial. El FMI confirmó ayer su nueva rebaja -y van cuatro- de la previsión de crecimiento para este ejercicio hasta el 2,7%. Desde distintos organismos se insiste en que a finales de año se producirá la esperada recuperación, pero muchos advierten de persistentes riesgos que ponen en duda esa afirmación.

El director ejecutivo del Fondo Monetario Internacional (FMI), el alemán Horst Köhler, confirmó ayer en Berlín las filtraciones de prensa sobre la nueva revisión de las previsiones de crecimiento que el organismo presentará a finales de septiembre en su informe sobre las perspectivas de la economía mundial, informa Ciro Krauthausen.

"Calculamos que la economía mundial este año crecerá un 2,7%, aunque se beneficiará de la recuperación prevista para finales de año en EE UU", dijo Köhler. "En Europa escasamente se alcanzará un 2% de crecimiento, y seguimos preocupados por la situación de Japón", agregó. Para 2002, el FMI prevé un crecimiento mundial del 3,6%.

No obstante, Köhler insistió en que tanto la estabilización de los precios del petróleo como las últimas bajadas de tipos por parte de la Reserva Federal estadounidense y el Banco Central Europeo (BCE) tendrán "efectos positivos" y permitirán un repunte de la actividad a finales de este mismo año.

Es en este punto en el que coinciden casi milimétricamente todos los organismos, Gobiernos e instituciones internacionales. La premisa es que las rebajas de tipos de interés y la devolución de impuestos en Estados Unidos darán un nuevo impulso al consumo en los próximos meses que propiciará una reactivación de la oferta. Sobre esa base se produciría, entonces, una reactivación de la economía mundial.

Sin embargo, los gobernadores del Banco de Pagos Internacionales (BIS, por sus siglas en inglés), reunidos ayer en Basilea, advirtieron que el repunte en EE UU puede retrasarse, ya que, en este momento, "los datos no ofrecen señales que hagan posible una fuerte reactivación", aseguró el portavoz del BIS y gobernador del Banco de Inglaterra, Eddie George.

Por su parte, la Casa Blanca expresó su preocupación por el efecto que la persistente caída de las Bolsas y el fuerte aumento del paro puede tener sobre los consumidores estadounidenses, cuyo gasto ha mantenido a flote el crecimiento de la primera economía del mundo.

Glenn Hubbard, asesor económico del presidente George Bush, reconoció también que, en estas circunstancias, la debilidad económica mundial puede agravar la situación de EE UU, razón por la cual la Administración Bush ha apelado a la responsabilidad de Europa y Japón en el crecimiento mundial.

Reformas en Europa

Precisamente desde Berlín, Köhler calificó de "preocupante" el hecho de que las tres economías industrializadas más importantes del mundo -EE UU, Europa y Japón- hayan entrado en una "desaceleración sincronizada". El director ejecutivo del FMI recalcó que ello debería conducir a que también se responda de una manera similar a estas crisis.

"En Europa se debería considerar una aceleración de las reformas estructurales. Con esa base, me imagino que el BCE aún podría ver margen para ulteriores bajadas de tipos", dijo Köhler, quien en el pasado ha pedido en repetidas ocasiones una reacción más contundente por parte de la autoridad monetaria europea.

 

La institución descarta una recesión

Pese a las dudas que persisten sobre la recuperación en Estados Unidos y la incertidumbre que rodea a la economía mundial, una recesión global queda descartada. Al menos oficialmente.

Según pasan los meses, la fecha de la esperada reactivación se ha ido postergando hacia finales de año e incluso ahora a principios de 2002, pero sin ningún dato concreto que permita respaldar semejantes perspectivas. Aún así, las autoridades económicas internacionales insisten.

El director del FMI, Horst Köhler, aseguró ayer que los avances tecnológicos ofrecen muchas oportunidades de crecimiento y, con ello, un cambio de tendencia de los mercados financieros, que llevan más de un año de ajuste.

El portavoz de los banqueros centrales, Eddie George, aseguró ayer que la desaceleración en EE UU se ha estabilizado y que ése es el primer requisito para poder retomar el crecimiento vigoroso.

El gobernador de la Reserva Federal de San Luis resumía ayer la situación de EE UU: "Nadie sabe con certeza si la economía puede escapar a una caída del PIB real, pero el hecho de que lo hayamos hecho hasta ahora, y que muchos ajustes siguen andando bien, sugiere que tenemos una excelente probabilidad de hacerlo".

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