Hitachi suma 14.700 personas a la ola de despidos en Japón
La reestructuración ha sustituido a la economía feliz en el orden del día del sector tecnológico, hasta tal punto que las empresas japonesas no han tenido escrúpulos en superar el tradicional paternalismo de su cultura con los trabajadores. El último goteo de despidos viene de Hitachi, que prevé llegar al final del ejercicio con números rojos. En el marco de un programa de reducción de costes, despedirá al 4,5% de su plantilla total, aunque asegura que apenas tocará a sus efectivos en Europa.
Hitachi ha tenido en vilo a sus 340.000 empleados toda la semana, porque el diario japonés Yomiuri Shimbun abrió su edición del domingo anunciando que este gigante de productos electrónicos de consumo -que acoge a la plantilla más numerosa del país- se proponía seguir los pasos de su rival inmediato, Toshiba. La compañía que preside Etsuhiko Shoyama se proponía reducir un 6% de los puestos de trabajo, lo que afectaría a más de 20.000 trabajadores, para reestructurar sus divisiones deficitarias de semiconductores y componentes electrónicos.
Ayer Hitachi anunció finalmente que procederá a despedir a 14.700 trabajadores entre septiembre y marzo, lo que supone el 4,5% de la plantilla. Los despidos apenas afectarán a Europa, señaló hoy una portavoz de la filial británica de la compañía, aunque no pudo precisarlos. Sobre el total, se reducirán 10.200 puestos de trabajo en Japón, 4.450 en Singapur y Malasia, y los 50 restantes se repartirán entre las filiales de América del Norte, Europa y el sureste asiático. En Japón cerrará seis de las 19 líneas de producción que mantiene.
En España, la multinacional no tiene previsto reducir sus efectivos en las dos fábricas que tiene en Vacarisses y Terrassa, ambas en la provincia de Barcelona, se-gún fuentes de Hitachi Sales Ibérica.
En la planta de Vacarisses trabajan 200 operarios para fabricar aparatos de aire acondicionado para el sector industrial y comercial. Esta factoría ya se ha salvado en el pasado de otros planes de ajuste de los costes sala-riales. La planta de Terrassa, mucho más reducida, se dedica a la máquina-he-rramienta.
La reducción de personal se encuadra en un programa de reducción de sus costes fijos en 130.000 millones de yenes (unos 1.172 millones de euros o 195.000 millones de pesetas) antes del cierre de su ejercicio fiscal, el 31 de marzo de 2002. Además, pretende reducir su endeudamiento un 25% y su presupuesto de gasto en componentes, un 20%.
Las compañías japonesas calculan que la demanda de semiconductores se reducirá un 25% este año. Así que Hitachi se ha sumado a las revisiones generalizadas en la previsión de beneficios. La compañía, que esperaba ganar 270.000 millones de yenes (en torno a 405.000 millones de pesetas) en el ejercicio fiscal en curso, comunicó ayer que prevé pérdidas netas consolidadas por valor de 140.000 millones de yenes (unos 210.000 millones de pesetas). Igualmente, ha reducido un 7% sus expectativas de ingresos, que ascenderán a 7,85 billones de yenes (unos 11,8 billones de pesetas).
Sanyo reduce ganancias
El fabricante de equipamiento electrónico japonés Sanyo Electric también rebajó ayer considerablemente su previsión de beneficio neto para el primer semestre de su ejercicio fiscal a 30 de septiembre. Prevé ganar 8.500 millones de yenes (unos 12.998 millones de pesetas o 78 millones de euros), un 56% menos de lo que esperaba a comienzos del ejercicio.
El goteo de despidos que sacude al hasta este año floreciente sector de la tecnología es masivo entre las empresas japonesas. Antes que Hitachi fueron protagonistas los anuncios de Fujitsu, que afectan a 16.400 trabajadores; NEC, 4.000; Toshiba, 18.800; Matsushita Electric, 5.000, y anteayer mismo Kyocera, con 10.000, y Oki Electric, 2.200.
Desde marzo de 2001, el sector de tecnología y telecomunicaciones ha sufrido la pérdida de 400.000 puestos de trabajo. Esta vieja práctica para la reducción de costes comenzó a marcar la tendencia en el sector a partir de marzo, si bien en los primeros meses del año la sueca Ericsson y la estadounidense Lucent Technologies empezaron a practicarla.