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El Gobierno ultima la liberalización del servicio de información de Telefónica

El Ministerio de Ciencia y Tecnología ha hecho circular entre las empresas interesadas un borrador de orden ministerial que tiene como objetivo terminar con el monopolio del servicio de información 1003 de Telefónica, al autorizar un nuevo tipo de empresas que facilitarán las informaciones sobre directorios en régimen de competencia, con servicios avanzados, y un nuevo rango de numeración, que comenzará con los dígitos 118. Telefónica, no obstante, continuará con el 1003 hasta que la CMT lo considere oportuno y podrá mejorar el servicio.

El Ministerio de Ciencia y Tecnología, como suele ser norma en su caso, ha dado una de cal y otra de arena en el momento de afrontar la reforma del monopolio español de las informaciones sobre números de teléfono contenidos en directorios, que en la actualidad se identifican con el número 1003 de Telefónica.

El departamento que encabeza Anna Birulés ha redactado y hecho circular entre las empresas implicadas un borrador de norma legal que tiene un título que es una buena definición de la actividad que se pretende liberalizar: "Proyecto de orden ministerial por la que se establecen las condiciones para la prestación del servicio de consulta telefónica sobre números de abonado y se delimitan los datos sobre los abonados a entregar por los operadores a la Comisión del Mercado de Telecomunicaciones para la elaboración de una guía telefónica unificada".

Fuentes del sector han asegurado que la nueva normativa entrará en vigor el próximo otoño. En la introducción del borrador se reconoce la "dificultad de los usuarios para identificar los números telefónicos" como consecuencia del "gran crecimiento que han experimentado los servicios de telecomunicaciones" y también por el mantenimiento del monopolio. Se plantea como alternativa compatibilizar el objetivo de que los servicios de información telefónica, primero, "sean susceptibles de ser prestados en competencia" y, segundo, se presten "mediante la marcación de un código sencillo", que la UE ha recomendado que comience con los dígitos 118.

Garantías a los usuarios

La orden pretende garantizar a los usuarios que las requieren y a las operadoras que presten el servicio "el acceso a una información centralizada sobre números de abonado". En este sentido, se designa a la Comisión Nacional del Mercado de las Telecomunicaciones (CMT) como "encargada de suministrar a las entidades que deseen elaborar guías telefónicas los datos que le faciliten los operadores que presten el servicio telefónico disponible al público". Hasta la fecha el control de las bases de datos lo mantenía Telefónica.

El Gobierno quiere ser benevolente una vez más con Telefónica y la nueva regulación del sector de las informaciones sobre directorios no exige taxativamente la desaparición de su servicio 1003, sino que deja en manos de la CMT su definitiva extinción.

Las nuevas empresas que pretendan competir con Telefónica en los servicios de información telefónica tendrán que solicitar ante la Administración un nuevo tipo de autorización "que se denominará de tipo D". Estas empresas "fijarán libremente los precios que vayan a cobrar" por sus servicios.

La norma obligará a Telefónica a servir de intermediario del cobro de los servicios de información que presten empresas que han solicitado licencia de tipo D, tales como Telegate o Sonera.

 

La CMT intenta agilizar la competencia con una rebaja de más del 20% en los precios de interconexión

Ha necesitado casi ocho meses y dos reuniones de su consejo, una extraordinaria, para aprobarlas, pero el máximo órgano directivo de la Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones (CMT) dio ayer al fin el visto bueno a las tarifas de interconexión de 2001, que regirán para los próximos 12 meses.

La CMT, en contra de su práctica habitual, decidió ayer no hacer públicos los cambios. Un portavoz de la institución argumentó que primero debe conocerlos la interesada, que, en este caso, sólo es Telefónica, a pesar de que son decenas las compañías cuyo plan de negocio depende de los precios de interconexión. Al cierre de esta edición, Telefónica aún no había recibido documento alguno de la CMT.

Fuentes del regulador, sin embargo, apuntan que la rebaja global de las tarifas de interconexión aprobada ayer supera el 20% y se ha situado en el entorno del 22%. Estos precios son vitales para los operadores de telefonía fija, ya que marcan la tasa que los competidores deberán pagar a Telefónica por utilizar sus redes. Para las nuevas telefónicas determina los gastos, y para el ex monopolio, los ingresos.

A pesar del fuerte retraso en la aprobación de las tarifas, las de 2001 se conocen en agosto, y de las opiniones encontradas que tenían los diferentes consejeros de la CMT, el consejo de ayer sólo debatió el asunto un par de horas. La división en el organismo regulador es reflejo de la que también hay en el sector. Telefónica asegura que los precios de interconexión ya están ajustados a costes y acepta, como mucho, una rebaja del 10%. Sus competidores, sin embargo, argumentan que el esquema actual de tarifas hace imposible la competencia, ya que los precios a clientes han caído un 31% desde 1998, mientras que los de acceso a la red del ex monopolio se han mantenido congelados. Con estas premisas, exigen una rebaja del 40%.

La rebaja de más del 20% está lejos de las reclamaciones de ambos, pero la cuantía es lo suficientemente abultada como para que implique un intento de agilizar la competencia en un sector donde Telefónica todavía mantenía un 92,5% de la cuota de mercado a cierre de 2000.

La operadora dominante ha insistido, sin embargo, en que una rebaja superior al 10% supone cobrar el servicio que da más barato de lo que le cuesta darlo y ha insinuado que podría recurrir la decisión de la CMT si, como al final ha sucedido, la rebaja superaba esa cifra.

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