Valencia, Cataluña y Madrid, a la cabeza de los incumplimientos en el escenario de endeudamiento pactado con Hacienda
Las comunidades autónomas no han finalizado aún sus deberes financieros. Tras ratificar el nuevo modelo de financiación autonómica, tienen que negociar con Hacienda los nuevos escenarios de consolidación presupuestaria. Conocida la liquidación oficial de 1999, las cifras demuestran que muchos territorios han incumplido sistemáticamente sus compromisos de deuda y déficit desde 1997.
Hay honrosas excepciones, pero las cifras oficiales de endeudamiento y déficit correspondientes a 1999, que acaba de publicar el Ministerio de Administraciones Públicas, demuestran que ese año los gobiernos regionales se excedieron una vez más en sus necesidades financieras, es decir, que gastaron más de lo que ingresaron, en 23.468,2 millones de pesetas, y que sus pasivos financieros superaron en medio billón de pesetas lo pactado.
Los excesos más notables en el incumplimiento del escenario de endeudamiento corresponden a la Comunidad Valenciana, con un pasivo financiero que ese año era equivalente al 71% de su presupuesto, Cataluña (77%) y Madrid (85,4%), aunque también Galicia, Castilla-La Mancha, Castilla y León y Murcia sobrepasaron los límites; el incumplimiento de déficit fue especialmente significativo en Aragón, Asturias, Cantabria, La Rioja, Castilla y León y Andalucía.
Los excesos de 1997 -150.000 millones más de pasivo financiero y 75.868,2 millones más de déficit para el conjunto de comunidades-, que parecían haberse moderado en 1998 -33.000 millones de endeudamiento por encima de lo previsto y 19.718,5 millones más necesidad de endeudamiento- se disparan de nuevo en 1999.
Para valorar en su justa medida la desviación en deuda, Administraciones Públicas advierte que los escenarios de consolidación se pactaron siguiendo el criterio SEC 79 (Sistema Europeo de Cuentas) y que las cifras de 1999 siguen el criterio SEC 95 (consolidando deuda de las universidades y de entes y empresas públicas que antes no computaban como administración pública).
La política financiera de Zaplana, Pujol y Alberto Ruiz-Gallardón merece especial atención. Zaplana, del Partido Popular, ha deslizado a sus contribuyentes por la peligrosa pendiente del gasto público. El presidente de la comunidad valenciana lleva meses renegociando con el ministerio de Hacienda su escenario de consolidación presupuestaria, sin que los contribuyentes de su comunidad sepan el sentido de las conversaciones. Hasta la fecha, sólo se conoce que en 2000, Zaplana se comprometió a mantener un saldo de deuda viva de 557.261 millones de pesetas y ésta se disparó hasta los 980.000 millones; y que en 2001 el saldo previsto de 557.261 millones superará el billón de pesetas, informa Javier Alfonso.
Resulta curioso comprobar en este contexto de gasto, como Valencia ha logrado cumplir su compromiso de déficit en 1998 y 1999, señal de que el gobierno regional está endeudando a las generaciones futuras. En 1999, de los 800.000 millones de deuda, 600.000 eran pasivos a largo plazo. En Madrid, estaban colocados a largo plazo 579.000 de los 631.000 millones, y en Cataluña 1,2 billones de los 1,5 de deuda. Tanto Cataluña, que según el partido socialista, en 2000 registró en exceso de deuda de 205.733 millones de pesetas, como Madrid también salvan su compromiso de déficit pese al fuerte endeudamiento.
No sucede lo mismo con Aragón, con un exceso de 11.691 millones sobre lo previsto, Asturias, con 8.992,9 millones, y La Rioja, con más de 6.000 millones, entre otras.
En este apartado, Administraciones Públicas hace nuevamente una salvedad: para computar los déficit no se ha considerado "por imposibilidad material" algunos organismos autónomos comerciales y empresas que son administración pública , según el sistema de cuentas.
El nuevo sistema de cuentas europeo descubre un pasivo de 468.00 millones
La implantación del nuevo Sistema Europeo de Cuentas SEC-95 ha demostrado que la deuda de las comunidades autónomas siempre ha sido superior a lo que decían las cifras oficiales.
SEC 95 amplía el número de organismos autónomos administrativos, entes y empresas públicas que deben consolidar como administración pública, es decir, que son financiadas con impuestos, pero aún deja flecos pendientes.
Si alguna vez se obligase a considerar sector público a las televisiones autonómicas, los contribuyentes podrían tener una idea más aproximada de cuánto se gastan los gobiernos en financiar los servicios que prestan.
El último informe Económico-Financiero de las Administraciones Territoriales (1999) compara el endeudamiento de las comunidades autónomas siguiendo el criterio SEC79 y SEC 95 y ofrece datos desde 1995.
Si desde esa fecha se hubiese utilizado el criterio SEC 95, las comunidades hubiesen registrado un endeudamiento de 106.000 millones más, el primer año (4,1 billones); 113.000, el segundo (4,7 billones); 181.000, el tercero (5,2 billones); 308.000 millones, el cuarto (5,3 billones) y 468.000 millones, el quinto (5,4 billones). Es decir, 1999.
Las diferencias más notables en 1999 corresponden, como ya se ha señalado arriba a Cataluña (133.000 millones más), Valencia (138.000 millones más) y Madrid (137.000 millones). En el caso de Madrid, la diferencia vuelve a ser importante en el año 1998, con un pasivo financiero de 108.000 millones más si se utiliza el criterio SEC 95 (493.000 de deuda). viva si se utiliza SEC79). Cataluña registra ese año una diferencia de 82.000 millones y Valencia de 71.000 millones.