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El menor crecimiento de los ingresos entorpece el logro del déficit cero

El déficit del Estado se cifra al cierre del primer semestre en 641.000 millones de pesetas, un 0,6% del PIB, frente al 0,1% de hace un año. El adelanto en las devoluciones del IRPF junto al menor vigor de los ingresos impositivos explica el peor comportamiento de la ejecución presupuestaria.

La desaceleración económica está poniendo cada vez más trabas a la consecución del equilibrio presupuestario del conjunto de las Administraciones públicas (Estado, Seguridad Social y Administraciones territoriales) para este año.

Al cierre del primer semestre, la principal Administración, el Estado, cerró sus cuentas con un déficit, en términos de contabilidad nacional, de 641.000 millones de pesetas, el 0,6% del PIB, superior al 0,1% del PIB existente al acabar junio de 2000.

En términos de caja (mide ingresos y gastos cuando se hacen efectivos, y no cuando se devengan como hace la contabilidad nacional), el déficit del Estado asciende a 1,33 billones de pesetas, fruto de unos ingresos de 9,53 billones y unos gastos de 10,86 billones.

El aumento del déficit se debe, por una parte, tal y como explicó ayer la secretaria de Estado de Presupuestos, Elvira Rodríguez, al adelanto en las devoluciones del IRPF hasta junio, cifradas en 571.000 millones de pesetas, frente a los 260.000 millones de pesetas del año anterior en las mismas fechas. Sin embargo, otra buena parte del incremento del déficit se debe a los efectos de la desaceleración económica sobre los ingresos impositivos, especialmente los ligados al consumo.

La imposición indirecta, relacionada precisamente con el consumo, ha aportado de enero a junio 4,5 billones de pesetas, sólo un 1,5% más que en el mismo periodo de 2000. La recaudación por IVA, el impuesto estrella, es de 3,062 billones, un 1,2% más, muy lejos de los incrementos de dos dígitos cosechados el pasado ejercicio. Otros impuestos indirectos, como los especiales, crecen a un ritmo del 1,1%. El de hidrocarburos, por el que se llevan recaudados 738.800 millones, al 0,1%, un porcentaje que, no obstante, representa una ligera recuperación respecto a meses precedentes en los que había registrado tasas negativas.

Seguridad Social

No obstante, no todo es negativo. Algunos impuestos especiales como las labores del tabaco, marcan todavía ritmos de crecimiento intensos (7,6%) en su recaudación (359.300 millones). El IRPF, aunque muestra para los seis primeros meses un ligero retroceso del 0,6% en términos brutos, crece casi el 8% hasta junio si se elimina el efecto de las devoluciones, fruto del dinamismo del mercado laboral. La Seguridad Social también está echando una mano. En julio se han superado los 16 millones de cotizantes. De seguir a este ritmo, podría acabar el año con un superávit de ingresos de medio billón de pesetas, 200.000 millones más de lo previsto, algo que vendría a aliviar el estado de las cuentas de otras Administraciones. Además, el presidente del Gobierno, José María Aznar, está empeñado en alcanzar este año el déficit cero como sea, para cumplir el compromiso que España llevó a Bruselas en su plan de estabilidad para el periodo (2000-2004).

Todas estas razones llevaron ayer a Elvira Rodríguez a asegurar que el equilibrio presupuestario para final de año es factible a pesar de todo. Las cuentas públicas españolas no son las únicas que se están resintiendo de la menor actividad. Algunos Estados, como Francia, Alemania e Italia, ya han anunciado, incluso, que no podrán cumplir sus compromisos para este año. Precisamente la secretaria de Presupuesto de Francia, Florence Parly, ha reconocido que los ingresos impositivos del país serán este año de 3.810 millones de euros (600.000 millones de pesetas) inferiores a lo previsto, fruto de un recorte del 2% de la recaudación "por la atenuación del crecimiento económico". Ello provocará que el déficit público francés supere el 1% del PIB, que era el compromiso de París ante sus socios europeos.

Visto lo visto, el Presupuesto español para este año tiene, de momento, muchas más posibilidades de cumplirse que el de gran parte de los socios comunitarios.

 

La ejecución de las inversiones apenas llega al 20%

Al finalizar el primer semestre del año, el grado de ejecución de los Presupuestos del Estado (operaciones no financieras) se encuentra en el 50,5% del total, a un nivel aceptable, similar al alcanzado a la misma fecha de 2000.

Sin embargo, existen grandes diferencias si se efectúa un análisis por partidas. Mientras que en las operaciones corrientes, este grado se encuentra en el 53,5%, en las de capital apenas supera el 25,6%. Mientras ya se ha atendido al 65,5% del pago de intereses de la deuda, la ejecución de las inversiones reales se encuentra en el 19,8%, cuando ya ha pasado medio año. La secretaria de Estado de Presupuestos, Elvira Rodríguez, restó importancia ayer al retraso acumulado en las inversiones, argumentando razones de calendario. Rodríguez aseguró que en agosto y septiembre se hará frente a gran parte de los retrasos, gracias a los últimos contratos aprobados por el Gobierno, por el método alemán de abono (pago al finalizar la obra).

De enero a junio, las inversiones reales pagadas por el Estado ascendieron a 536.400 millones de pesetas, un 0,9% más que en el primer semestre del ejercicio, porcentaje que se eleva al 7,3% en términos de obligaciones reconocidas. Tradicionalmente las inversiones se concentran en el último cuatrimestre del año. Por otro lado, a fecha de 20 de julio, el Estado ha pagado ya 176.000 millones de pesetas en indemnizaciones a los afectados por el síndrome tóxico (aceite de colza), haciendo firmes 8.700 autos dictados por la Audiencia Nacional, según informa Europa Press.

 

La austeridad, clave para los Presupuestos del año 2002

El Consejo de Ministros estudiará hoy o, a más tardar, el próximo viernes, día 3, las líneas generales de los Presupuestos Generales del Estado para 2002, según anunció ayer la secretaria de Estado de Presupuestos y Gasto, Elvira Rodríguez.

Del cuadro macroeconómico para el próximo año, sólo se conoce el compromiso del Ejecutivo de alcanzar un superávit del 0,2% del PIB para el conjunto de las Administraciones públicas.

Rodríguez no quiso avanzar más datos, aunque recordó que se mantendrán las líneas generales de política económica de años anteriores. Entre ellas destacó la máxima austeridad en el gasto corriente y la prioridad en inversión en infraestructuras, I+D y gasto social.

La secretaria de Estado de Presupuestos recordó que las cuentas públicas para el próximo año tendrán grandes diferencias respecto a ejercicios diferentes, precisamente por la incorporación del nuevo modelo de financiación autonómica, que, probablemente, será aprobado hoy por el Gobierno y las comunidades autónomas en el Consejo de Política Fiscal y Financiera (CPFF).

Financiación autonómica

Gobierno, PP, PSOE, CiU y Coalición Canaria han acordado que el Estado reparta "inicialmente" el próximo año a las comunidades autónomas 8,57 billones de pesetas, fruto de la cesión de una cesta impuestos, entre los que se encuentran el 33% del IRPF, el 35% del IVA y el 40% de la mayor parte de impuestos especiales. Ello hará que el Presupuesto de ingresos y gastos del Estado (en torno a los 20 billones de pesetas, en 2001) disminuya notablemente.

"Los Presupuestos del año que viene mostrarán de manera más realista y representativa cuáles son las actuaciones directas del Estado", comentó.

Según el programa de estabilidad español, enviado a Bruselas, la intención del Gobierno es obtener para 2002 un superávit primario -superávit menos pago de intereses de la deuda- del 3,4% del PIB, que servirá para reducir los gastos corrientes al 34,8% del PIB y elevar la formación bruta de capital fijo al 3,7%.

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