La CE igualará las comisiones por transferencias en euros
Las instituciones europeas han decidido intensificar la presión para que la banca comercial avive el ritmo en la creación de un área única de pago en toda la UE. Por la expeditiva vía de un reglamento, cuyo proyecto aprueba hoy la Comisión Europea, Bruselas pretende obligar a los bancos a igualar, a partir del 1 de enero de 2003, las tarifas que aplican a las transferencias en euros, con independencia de que el pago sea nacional o transfronterizo.
El proyecto de reglamento ha despertado ya la ira de las federaciones bancarias europeas, que advierten de los "efectos secundarios que se derivarán de su aplicación". El eufemismo alude a la subida de las comisiones nacionales para compensar la obligación "reglamentaria" de ofrecer a pérdidas, según las entidades, el servicio de pagos transfronterizos. Un daño colateral que el comisario de Mercado Interior, Frits Bolkestein, autor del proyecto, parece dispuesto a asumir.
"No quiero predecir lo que harán los bancos", indicó ayer el comisario. "Pero espero que entiendan que la paciencia de la Comisión se ha agotado". Y rememora 11 años de promesas por parte del sector, sin que, ya en vísperas del estreno físico del euro (el próximo 1 de enero), las comisiones por pagos transfronterizos se hayan abaratado.
Bolkestein ilustra con cifras su desilusión. "En 1993, la comisión media por una transferencia de 100 euros en la UE era de 24 euros; hoy es de 23,92 euros, y de 23,49 euros en la zona euro". Una diferencia inapreciable nueve años después del inicio del mercado único y, sobre todo, tres años después de la desaparición del riesgo del tipo de cambio entre las monedas integradas en el euro.
"Es esta ausencia de resultados", arguye la Comisión, "lo que ha obligado a recurrir a un reglamento". El proyecto debe ser ratificado por el Parlamento y el Consejo europeos. Bolkestein confía en el respaldo de la Eurocámara, pero reconoce que el apoyo de los Estados miembros es, cuando menos, incierto.
Regulación de precios
El director de la Asociación Francesa de Establecimientos de Crédito, Pierre Simon, criticó esta decisión, informa Efe. "El procedimiento reglamentario es un mal procedimiento", señaló.
Grupos como la Federación Europea de Cajas de Ahorro intentarán explotar esa división. Para su presidente, Chris de Noose, la propuesta de Bolkestein constituye "un claro ejemplo de regulación de precios disimulada. Se nos dice a qué precios tenemos que vender nuestros productos". "Hace mucho tiempo que los bancos deberían haber resuelto este problema", contraataca Jim Murray, director de la Oficina Europea de Organizaciones de Consumidores. "En la zona euro el concepto transfronterizo carece ya de sentido".
El proyecto de reglamento acaba definitivamente con ese concepto, que, de acuerdo con los datos de Bruselas, todavía penaliza las transferencias entre Estados miembros, que representan el 1% del total de transferencias en la zona euro.
La nueva norma consagra "el principio de no discriminación tarifaria entre los pagos transfronterizos o nacionales". La comisión deberá ser siempre la misma, independientemente del destino de la transferencia. Toda orden de pago que incumpla este principio no podrá ejecutarse sin el consentimiento expreso del cliente. La norma es aplicable a transferencias de hasta 50.000 euros en todos los Estados miembros, incluidos Reino Unido, Suecia y Dinamarca, aún fuera de la unión monetaria.
Bruselas concede de plazo a la banca hasta el 1 de enero de 2003 para equiparar estas comisiones. En cuanto a las comisiones por retirada de efectivo en cajeros, deberán igualarse desde el próximo 1 de enero, coincidiendo con el estreno del euro. Además, el reglamento aligerará las tareas administrativas y legales que los Estados imponen a las entidades. A partir del 1 de enero de 2002 sólo se deberá informar a las autoridades fiscales de las transferencias superiores a 12.500 euros (dos millones de pesetas); desde el 1 de enero de 2004, ese umbral pasará a ser de 50.000 euros (8,3 millones de pesetas).