_
_
_
_

La inversión española en el exterior llegó a 10,7 billones en 2000

Las inversiones españolas en el exterior crecieron un 5,8% en 2000, hasta los 10,7 billones de pesetas, la cifra más alta alcanzada hasta la fecha. También la entrada de capitales extranjeros en España se movió en máximos históricos al totalizar 10,8 billones impulsada por el nuevo marco de incentivos fiscales para sociedades tenedoras de valores.

El nuevo marco de incentivos fiscales para las sociedades tenedoras de valores, aprobado en el real decreto sobre medidas liberalizadoras de junio de 2000, ha sido el factor determinante en los nuevos máximos históricos alcanzados por los flujos de inversión directa desde y hacia España durante el pasado año.

En concreto, este tipo de sociedades coparon el 39% del total de las inversiones directas realizadas por empresas españolas en el exterior durante el último ejercicio, con un crecimiento del 84%, que contrasta con la caída del 16,9% registrada en la inversión en el resto de sectores.

De la misma forma, las sociedades tenedoras de valores aportan el 43% de las inversiones extranjeras en España en ese año, con un crecimiento del 229,7%, frente al 74,2% de subida para el resto de actividades económicas.

Unas variaciones que en palabras del secretario de Estado de Comercio, Juan Costa, confirman que "España se está consolidando como un país plataforma de inversiones y como puerta de entrada de los capitales norteamericanos hacia el resto de la UE".

En términos brutos, las inversiones directas españolas en el exterior alcanzaron en 2000 10,73 billones de pesetas (64.533 millones de euros), que superan un 5,8% el récord de 10,14 billones del año precedente. El volumen de inversión neta, deduciendo las desinversiones, creció un 5%, hasta 7,23 billones de pesetas (43.511 millones de euros).

Por áreas geográficas destaca el crecimiento de casi un 50% de las inversiones en la Unión Europea, que acapara el 49% del total y desbanca a América Latina como primer destino del capital español.

Apuesta por Iberoamérica

Precisamente las inversiones en el centro y sur de América registran una caída del 38%, consecuencia de compararse con los altos niveles alcanzados en 1999. Destaca, sin embargo, el crecimiento de Brasil, que concentra el 62% de la inversión en la región , seguido de Argentina, con el 15%; México, con un 9%, y Chile, con el 5%.

En opinión del secretario de Estado, la apuesta de las empresas españolas por las economías latinoamericanas es "sólida y con miras a medio y largo plazo", por lo que "no se va a ver afectada por "razones coyunturales" como la recesión económica actual o los problemas con Aerolíneas Argentinas.

Por sectores de actividad, el comercio ha sido el principal destino de la inversión en el período, con el 34% del total; seguido de transportes y comunicaciones (24%) y Banca y Seguros (20%).

Por lo que respecta a las inversiones extranjeras en empresas españolas, crecieron el año pasado un 119% en valores brutos, hasta 10,83 billones de pesetas (65.095 millones de euros), mientras que la inversión neta se situó en 5,03 billones de pesetas (30.249 millones de euros), un 103% más que en 1999.

La Unión Europea se consolida como el origen principal de los capitales extranjeros en España, con un 56% del total y un crecimiento del 111,8%. Dentro de la UE, el primer país inversor es el Reino Unido, con un aumento del 416,1%, que se concentra en una sola operación: la de Vodafone y Airtel.

Estados Unidos, con el 41,7% del total de la inversión y un 45,3% de incremento, se sitúa inmediatamente detrás de la UE, siendo de este país de donde procede la mayor parte de las entradas de capitales destinados a las sociedades de tenencia de valores extranjeros.

 

Las empresas españolas eligen Luxemburgo

Luxemburgo, uno de los refugios fiscales de la UE, repitió por segundo año consecutivo como primer destino de las inversiones españolas en el exterior, acaparando el 34% del total de las dirigidas a la UE; seguido de Dinamarca con el 19% y Alemania, el 17%.

Expertos en fiscalidad internacional explican este atractivo de Luxemburgo por las "óptimas condiciones fiscales que aportan los fondos luxemburgueses para la inversión en activos financieros, bienes inmuebles, capital riesgo y opciones de futuro".

Estos fondos están también exentos de "cualquier impuesto que recaiga sobre el beneficio, el patrimonio, la actividad empresarial, las plusvalías y de retención en la distribución de dividendos".

Como consecuencia no le son aplicables los convenios de doble imposición y los únicos impuestos exigibles son "una cuota de inscripción de 50.000 francos luxemburgueses y una cuota anual que oscila del 0% al 0,06% sobre el valor neto del activo del fondo".

Newsletters

Inscríbete para recibir la información económica exclusiva y las noticias financieras más relevantes para ti
¡Apúntate!

Archivado En

_
_