El fracaso del diálogo con los pilotos agrava el conflicto de Iberia
El conflicto entre Iberia y sus pilotos se radicaliza. La reunión de ayer para desconvocar la tercera jornada de huelga prevista para hoy terminó en fracaso. La dirección de la aerolínea ha comunicado el primer despido a un comandante por abuso de autoridad, mientras que el Sepla estudia nuevas jornadas de paro y sus afiliados hablan de iniciar una huelga de celo. Irala ha nombrado a Juan Manuel Bujía director de producción y gestión de tripulaciones, apartando así a los pilotos de un cargo que habían copado siempre.
La tercera jornada de huelga de los pilotos de Iberia está en marcha y la posición de las partes, lejos de acercarse, se radicalizan. Fuentes de la compañía y de los pilotos temen que la jornada de paro que se desarrolla durante el día de hoy con la cancelación de 230 vuelos pueda ser "más tensa y conflictiva que las dos anteriores", realizadas los pasados 19 de junio y 3 de julio.
La reunión acordada por las partes ayer con el objetivo de apurar la última posibilidad de desconvocar el paro de hoy se saldó con el más rotundo de los fracasos sin que las partes llegaran siquiera a negociar.
Como es ya habitual en estos casos, la compañía y el Sepla emitieron comunicados acusándose de ser los causantes de la ruptura. Lo cierto es que antes de que los representantes de los pilotos se sentaran a negociar con la dirección de Iberia, el Sepla ya había lanzado un comunicado en el que amenazaba con ampliar el calendario de paros (que se sumarán a los 10 programados o ya realizados). Además, crecía entre sus afiliados la sensación de que la realización de una huelga de celo durante los próximos días "es una medida adecuada de presión".
Por su parte, la dirección de la compañía ha decidido despedir a un comandante de su flota de aviones transoceánicos A-340 aduciendo "falta muy grave por abuso de autoridad".
El equipo de dirección que preside Xabier de Irala ha tomado la decisión de nombrar a una persona que no pertenece al colectivo de pilotos como nuevo director de producción y gestión de tripulaciones. Se trata de Juan Manuel Bujía, que con anterioridad ha ocupado la dirección general de Aviación Civil y ha sido responsable en Iberia de la gestión del llamado Efecto 2000.
Gestor de tripulaciones
Bujía será a partir de ahora el encargado de diseñar el día a día de los servicios que realizarán las tripulaciones en las programaciones de vuelos de Iberia. Este puesto ha estado ocupado hasta la fecha por un afiliado al Sepla, ya que se considera que sus decisiones tienen una influencia decisiva en la vida cotidiana de los pilotos.
Con esta decisión, Irala da un paso más en la política de recortar las capacidades de gestión de los tripulantes técnicos dentro los órganos clave de la compañía. Ya sólo queda en manos de un piloto la dirección de operaciones, al frente de la cual se encuentra el comandante Enrique de Villamil, quien, según fuentes de la empresa, "realiza su trabajo con profesionalidad".
El valor simbólico de la designación de Bujía no reduce la trascendencia del resto de los nombramientos realizados por la compañía el viernes, a pesar de la delicada situación por la que atraviesa Iberia. Irala ha completado el organigrama de la estructura del holding de la línea aérea, que a partir del próximo mes de enero de 2002 irá segregando los distintos negocios para trabajar como un grupo de transporte. Con estos nombramientos se completa el equipo de gestión de la línea aérea que acompañará al recién nombrado director general, Enrique Donaire.
Iberia, en un comunicado difundido ayer para valorar la actitud de los pilotos y la suspensión de las negociaciones con el Sepla, señaló que el sindicato sólo conoce la estrategia del "chantaje permanente". Citando a Enrique Donaire, el comunicado afirma que Iberia "ya ha llegado al máximo de lo que puede ofrecer al convenio de pilotos", mientras que la respuesta del Sepla ha sido "proseguir con la huelga y amenazar con nuevas convocatorias", por lo que "carece de sentido" seguir con las reuniones.
La aerolínea no cumplió sus amenazas
Los responsables de Iberia fijaron como fecha límite de aceptación de su propuesta de convenio colectivo las 12:00 horas del pasado viernes 29. A partir de ese momento, si los pilotos no aceptaban la oferta, pasarían a ofrecer de forma automática un convenio colectivo por dos años que recogía únicamente un incremento del IPC. Sin embargo, la compañía no cumplió su ultimátum. Ha mantenido en todo este tiempo y hasta ayer mismo su propuesta del 29 de junio, que, según una carta remitida por Enrique Donaire, director general de la compañía, al colectivo de pilotos tiene las siguientes propuestas:
Convenio a cuatro años en el que se garantiza el IPC real en cada uno de ellos. Adicionalmente en el año 2001 se llevaría a cabo un incremento del 0,5%. Además la empresa se comprometía a realizar un pago único extraordinario de 1.012,6 millones (en torno a 500.000 pesetas por piloto).
Como fórmula para solucionar definitivamente la clave 104, la compañía pone encima de la mesa de negociación un sistema de participación en la mejora de resultados que establecía la consolidación en nómina de hasta un máximo del 5,47% de la masa salarial a partir de 2001.
Y establece un sistema de participación en la consecución de beneficios, a partir del 1 de enero de 2003, que permite consolidar hasta un máximo del 5%, siempre que se obtuvieran unos resultados ordinarios superiores a 20.062 millones de pesetas (cantidad que representa un 59,4% de los beneficios comprometidos en el plan director para 2003. Adicionalmente Iberia realizaría un pago no consolidado de 400 millones en cada uno de los años 2003 y 2004, siempre que los resultados de estos dos ejercicios fueran superiores a 25.752 millones.
Las dos vías de recuperación de la clave 104 se mantienen vigentes hasta la total consolidación del 5,47% y del 5% citados anteriormente.
Aparicio dice que no hay inconveniente en cambiar la Ley de Huelga
El ministro de Trabajo y Asuntos Sociales, Juan Carlos Aparicio, manifestó ayer que "no existen inconvenientes" en abrir un diálogo que permita mejorar el marco actual de la Ley de Huelga, si bien precisó que algunos conflictos, como el de Iberia, no provienen de la "insuficiencia de las normas", sino de falta de respeto a las mismas o del "olvido deliberado" al interés general.
En este sentido, Aparicio explicó que la legislación actual puede ser "mejorable", pero añadió que las partes que están negociando en el conflicto de Iberia "están ignorando el interés general, tratando de abstraer su situación del conjunto de la sociedad, y faltando al respeto a las normas".
El ministro señaló además que los servicios mínimos deben ser "un instrumento de la sociedad", y que deben fijarse de forma precisa y exigiendo su cumplimiento, "cosa que está sucediendo en algunos conflictos, pero no en todos", puntualizó.
Arbitraje
Preguntado por la posibilidad de que el Gobierno pudiera imponer un arbitraje de obligado cumplimiento, el ministro de Trabajo explicó que esta medida tiene un carácter excepcional, que sólo puede ser dictada en caso de que se trate de una empresa única que preste el servicio, por lo que no es aplicable al conflicto de los pilotos de Iberia.
Por otro lado, el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, hizo un llamamiento a la "cordura" de los pilotos de Iberia, ante las próximas jornadas de paro convocadas en la compañía, para que no antepongan "intereses particulares", que calificó de "legítimos", al interés general de todos los españoles. "No se pueden promover estas huelgas en verano, que es cuando se hace más daño a España", subrayó.
También se refirió al conflicto el ministro de Fomento, Francisco Álvarez Cascos, y aseguró que su departamento exigirá responsabilidades en el caso de que no se cumplan los servicios mínimos en la huelga convocada para hoy por el sindicato de pilotos Sepla de Iberia.