Una historia de desencuentros profesionales
Las relaciones entre registradores y notarios no atraviesan por su mejor momento. A comienzos de junio, el Consejo General del Notariado inició una campaña para reclamar la libre elección de registrador por parte de consumidores y empresas. En ese momento, el Colegio de Registradores reaccionó asegurando que la función notarial "es innecesaria". Ahora es Antonio Pau quien pone en cuestión la necesidad de la existencia de los notarios.
Al margen de la unificación de la profesión sus desencuentros van más allá. Según los notarios, la rigidez de los criterios registrales está obligando a estos profesionales a recurrir "a formularios estereotipados " con el objetivo de evitar la paralización del tráfico y los negocios mercantiles. Pero entre medias de la polémica se sitúa el ciudadano que, en la mayoría de las ocasiones, tras la visita al notario para que de fe pública de operaciones como la compra de una casa o la constitución de una sociedad, debe luego acudir al registro para depositar tal documento público y pagar a ambos profesionales.