"La prioridad es encontrar comprador para la fábrica de Madrid y lo lograremos"
Pregunta
. En octubre de 2000, la fábrica estaba al 100% de capacidad. ¿Cómo es posible que nueve meses después hablemos del cese de actividad por falta de pedidos?
Respuesta. El negocio de Agere es el de los semiconductores, y en Tres Cantos estamos especializados en circuitos para telecomunicaciones. Nuestros clientes son Lucent, Alcatel, Nortel, Cisco, Motorola. Así, la crisis suma los problemas del sector de semiconductores con el hundimiento de los pedidos para equipos y sistemas de telecomunicaciones.
P. ¿Nadie ha sido capaz de prever una evolución tan negativa del mercado?
R. El negocio de la fabricación de circuitos integrados tiene 30 años; en este periodo ha sufrido cinco ciclos con sus picos y caídas. El año pasado fue el mejor de la historia, pero ahora hemos entrado en una zona de valle que los expertos pronostican será también el más profundo de la historia del negocio. Se habla de pérdidas de ingresos un 21%, peor que la depresión de 1985.
P. ¿Cuándo se dieron cuenta de la que se les venía encima?
R. Los primeros síntomas se apreciaron en noviembre. Algo bueno en Agere es que estamos muy vinculados a los clientes y cuando fallan los pedidos, damos rápidamente las órdenes correspondientes a las fábricas; no queremos seguir produciendo mientras cae el mercado. Precisamente los componentes que se fabrican en Tres Cantos son los que se han visto más restringidos en su demanda.
P. ¿Podría citar las principales utilidades de los circuitos que se producen en su fábrica española?
R. Tenemos una gran variedad de aplicaciones y también de tecnologías. Se usan para ordenadores, para módem, discos duros, para conmutadores de telecomunicaciones, redes de datos y redes locales de ordenadores.
P. Los trabajadores afectados, pero también la sociedad, están sorprendidos en estos días de la facilidad con que las grandes empresas plantean el cierre a la venta de cientos de fábricas y el despido de miles de empleados. Todos recuerdan que hace menos de un año anunciaban sumas extraordinarias de beneficios. ¿No cree que tienen la obligación de aguantar mientras el ciclo está en su punto bajo y esperar tiempos mejores?
R.En 15 años hemos invertido en Tres Cantos 70.000 millones de pesetas. Entre 1997 y 1998 se hizo un gran esfuerzo para que fuera capaz de fabricar circuitos de la última generación (0,3 micras) en aquel momento. Entonces se cerró una fábrica en Holanda para poder consolidar la producción en Madrid.
Aunque existe un crecimiento promedio del 17% en el mercado de circuitos integrados, la vida de cada tecnología es cada vez más corta. Y la crisis que se ha producido de repente, tanto en semiconductores como en telecomunicaciones, ha venido a cebarse y a adelantar la muerte de los componentes que se producen en Madrid. De este modo podemos asegurar que ya no hay demanda para los productos del nivel tecnológico de Tres Cantos. Y lo que es peor, ¡no la va a haber nunca más! Es cierto que antes o después terminará lo malo del ciclo y llegará la recuperación, pero será el momento de una tecnología más avanzada.
P. ¿Por qué hay que matar la fábrica?, ¿no hay posibilidad de reconvertirla?
R. Esta planta está al final de su vida útil. En 15 años hemos afrontado más de cinco adaptaciones a nuevas generaciones tecnológicas, tanto en el tamaño de los circuitos como en el formato de las obleas. Ahora, adaptarla a una nueva generación supondría una reconversión completa: reeducar a la plantilla, cambiar todas las máquinas... ¡incluso no nos sirve el edificio que tenemos, ni la sala limpia! La inversión necesaria supondría más de 190.000 millones de pesetas.
P. ¿Qué parte de la inversión realizada en Tres Cantos ha sido financiada por el Estado español?
R. En los últimos años prácticamente nada. La mayoría de los 9.600 millones se recibieron cuando se construyó la fábrica. Pero no sólo se debe hablar de lo que hemos recibido del Estado, sino también de lo que hemos aportado. La facturación ha sido de 200.000 millones de pesetas, prácticamente todo en exportaciones cobradas en dólares, lo que ha beneficiado la balanza pagos española. En tributos hemos pagado 10.000 millones de pesetas por IRPF y 6.000 millones por impuesto de sociedades.
P. La Administración española no parece muy contenta con la decisión de Agere de parar la producción de la planta de Madrid.
R. Es evidente que para el Gobierno esta no es una buena a noticia. Tengo que decir, sin embargo, que están tratando el asunto de una manera muy profesional, siempre abiertos a hablar con nosotros y ayudarnos. Entiendo que éste es un punto favorable para conseguir una solución positiva; que el Gobierno es realista y capaz de orientarse en una situación dura como ésta.
P. Agere ha mostrado su deseo de evitar el cierre de la planta encontrando un vendedor. Existe alguna posibilidad de que este deseo se convierta en realidad.
R. Nuestra preocupación es cómo reducir al mínimo el impacto negativo sobre una plantilla de 950 personas que consideramos muy valiosa. Lo mejor sería encontrar a alguien que quisiera seguir operando la planta de una manera u otra. Ello ofrecería oportunidades de seguir trabajando a los actuales empleados. Tiene que comprender que no puedo comentar ningún detalle sobre cualquier posible comprador, ya que estoy obligado por compromisos de confidencialidad.
P. Usted tiene obligación de comprometerse e informar con claridad sobre las expectativas e futuro.
R. Ahora no puedo avanzarle nada. Sólo reafirmar que nuestra prioridad es encontrar un comprador para la fábrica y que estamos convencidos de que podemos lograrlo.
P. ¿Cuál es el perfil de ese posible comprador?
R. Lo mejor sería encontrar alguien de nuestra misma actividad que quisiera seguir operando la planta. Hicimos algunos contactos con nuestros competidores. Pero el problema es que ellos están en nuestra misma situación, de hecho ellos quieren vender también alguna de sus fábricas. Es más fácil encontrar un comprador que quiera reconvertir la planta, por ejemplo, para fabricar otro tipo de circuitos más sencillo para uso en máquinas convencionales o para conducir la luz. Tendría aplicaciones en sensores, airbag y cosas parecidas. La conversión exigirá transferencia de tecnología e inversiones de miles de algunos miles de millones de pesetas.
"Agere cumplirá hasta el último de sus compromisos en España"
Mike Watson se niega a cuantificar el dinero que supondría a Agere el cierre de la planta de Tres Cantos. "Eso depende de la negociación que mantenemos con los trabajadores. Pero ésa no es nuestra primera idea ni nuestro deseo. Queremos que la planta siga en activo y nuestro trabajadores mantengan su trabajo".
Reconoce, no obstante, que si no se consigue "el comprador ideal que continúe con la misma actividad", cualquier otra venta "supondrá un ajuste de la plantilla".
Watson matiza la fecha en la que Agere abandonará su actividad en Tres Cantos. "Es difícil afirmarlo con rotundidad. Lo seguro es que dentro de seis meses no habrá productos para fabricar en la planta de Tres Cantos. Pero si nos vamos dentro de medio año, no dependerá fundamentalmente del estado de la negociación con el comité que representa a los trabajadores". El Ejecutivo asegura que Agere "es plenamente consciente de las obligaciones que tiene con la plantilla conforme a las exigencias de la legislación española" y afirma que "estamos decididos a cumplir hasta el último de nuestros compromisos".
Watson analiza la situación que se está creando en los negocios de tecnología en los últimos tiempos, con las graves penalizaciones que, especialmente, desde los mercados de valores, se reciben en la mayoría de las empresas del sector. También comenta los últimos movimientos de distintas empresas, especialmente Alcatel, que han anunciado su intención de desinvertir en capacidad de producción instalada. "Es cierto que alguien tendrá que seguir fabricando las cosas para la vida", afirma Watson en una español marcado por un fuerte acento sajón. Y describe una evolución de las formas de fabricar semiconductores, que "tiene que ser compatible con el coste multimillonario y creciente de implementación de las tecnología del futuro".