Bruselas, dispuesta a impedir que General Electric compre Honeywell
Cancelar el acuerdo
La Comisión dispone de plazo hasta el próximo 12 de junio para pronunciarse sobre la operación, pero las dos partes parecen haber agotado su margen de maniobra en la negociación.
Bruselas recordó ayer que para esquivar el veto comunitario no basta con retirar la notificación del acuerdo, una posibilidad que flotaba en estas horas finales en los ámbitos cercanos a las compañías. Dos empresas también estadounidenses, las operadoras de telefonía MIC/WorlCom y Sprint, permitieron en junio pasado a la Comisión sentar el precedente de lo que ocurre si no se demuestra de modo taxativo la ruptura definitiva de los planes conjuntos.
"No han cancelado el acuerdo, sólo se han comprometido a no aplicarlo", precisaba entonces el comisario de Competencia, Mario Monti al anunciar "la prohibición formal" de la fusión. La Comisión acabó ante el Tribunal de la Unión Europea, denunciada por MCI/WorldCom, en un caso todavía en fase de instrucción.
Por primera vez, Bruselas se había interpuesto en los planes de dos multinacionales con domicilio social fuera de la Unión. Hoy el Ejecutivo puede repetir la osadía, pero esta vez, incluso, en clara discrepancia con la Administración de George Bush. Las autoridades de competencia de EE UU autorizaban en mayo pasado la oferta pública de adquisición de General Electric sobre Honeywell, una adquisición valorada en 45.000 millones de dólares.
Las firmes objeciones de Bruselas al proyecto empresarial de dos multinacionales estadounidenses han irritado a la Administración Bush. Las acusaciones mutuas de injerencia política en un asunto de competencia se han repetido desde ambos lados del Atlántico.
El expediente ha vuelto a abrir el debate sobre el procedimiento administrativo que sigue la Dirección General de la Competencia, cuyo veredicto sólo es apelable ante el Tribunal de la UE. Esta última instancia puede tardar años en pronunciarse e, incluso si refutase la decisión de Bruselas, la victoria judicial serviría de poco consuelo a las empresas. En EE UU son las autoridades de competencia las que deben demostrar ante los tribunales sus objeciones a una operación de concentración.
Aun así, los despachos de abogados especializados en competencia otorgan una alta valoración a la labor de la Comisión Europea, según el último ranking sobre autoridades de competencia elaborado por la revista especializada Global Competition Review.