La tensión en el golfo Pérsico eleva el precio del barril de crudo
El precio del brent, crudo de referencia en Europa, se apreció ayer más de 35 centavos de dólar por barril y rozó los 27 dólares. Los distintos focos de tensión abiertos en el golfo Pérsico y la convicción de los analistas de que la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) rechazará la próxima semana aumentar su producción elevaron ayer la demanda de crudo en el mercado internacional de Londres.
La Administración estadounidense afronta una semana crucial, en la que tendrá que convencer a los miembros del Consejo de Seguridad de la ONU de la necesidad de imponer las llamadas sanciones selectivas a Irak. Estas sanciones cuentan con la oposición frontal de China y Rusia, y tampoco son bien vistas por Francia.
Las sanciones consisten en una larga lista de productos que Irak tendrá prohibido importar, porque EE UU considera que pueden tener una finalidad militar, y la persecución del contrabando de crudo. A cambio, facilitan las importaciones iraquíes de productos humanitarios.
Irak ha suspendido sus ventas de petróleo controladas por la ONU (2,1 millones de barriles diarios) para protestar contra las sanciones. La ONU decidirá la semana próxima si acepta la propuesta de EE UU. Si la Administración Bush triunfa, Irak ya ha advertido que suspenderá definitivamente sus ventas.
Esta amenaza iraquí es la que llevó a la OPEP a aplazar su decisión sobre las cuotas de producción, para estudiar la evolución del mercado y esperar la resolución de la ONU. Sin embargo, todo indica que el cartel se mantendrá firme y dejará inalterable sus cuotas de producción en 24,2 millones de barriles diarios. Lo dejó claro el domingo el ministro del petróleo de Qatar, Hamad al-Attiyah: "No hay necesidad de que la OPEP intervenga. Hay mucho petróleo en el mercado".
Alerta máxima en EE UU
Otros dos factores amenazan con desestabilizar la región del golfo Pérsico, que concentra una producción mínima de 18,19 millones de barriles diarios (la cuarta parte de la oferta mundial).
Por una parte, el interminable conflicto palestino-israelí extiende el enfado entre las naciones árabes. Por otra, las tropas estadounidenses desplegadas en el golfo Pérsico están desde el sábado en estado de alerta máxima. EE UU teme represalias por el veredicto de culpabilidad pronunciado la semana pasada en Virginia contra 13 ciudadanos saudíes y uno libanés, acusados del atentado que en 1996 causó la muerte a 19 soldados estadounidenses destinados en Arabia Saudí.