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Iberia descuenta por día de huelga 3.600 pesetas a cada piloto

Iberia sólo podrá descontar 6,8 millones de pesetas al colectivo de pilotos por la huelga que realizaron el pasado día 19 y que le costó a la empresa 1.100 millones de pesetas. El promedio de descuento por piloto asciende a 3.635 pesetas, cuando los ingresos brutos medios de cada tripulante y día son de 76.000 pesetas. Irala ha convocado para hoy un consejo extraordinario de Iberia para estudiar un plan de ajuste ante las huelgas.

Alos pilotos de Iberia que el pasado día 19 condicionaron el tráfico aéreo y que amenazan con alterar las fechas clave de la operación salida y regreso de vacaciones con nuevas jornadas de paro sus huelgas les salen prácticamente gratis. Expertos del sector aseguran que la compañía que preside Xabier de Irala sólo podrá descontar a los miembros del colectivo la cantidad de 6.816.000 pesetas por la jornada de huelga del martes pasado, en la que la empresa perdió 1.100 millones de pesetas.

Los expertos consultados explican que este descuento no se aplica porque los pilotos hagan huelga, sino porque el paro está planteado de tal manera que Iberia se ve obligada a cancelar todos los vuelos que no estén incluidos en los servicios mínimos. El día 19, por ejemplo, las cancelaciones afectaron a 284 vuelos.

De este modo, la reducción de ingresos para los teóricos huelguistas se produce porque, al cancelarse los vuelos, no cobran las dietas que les corresponderían si volaran con normalidad. Estas dietas están estipuladas en 25.000 pesetas en vuelos internacionales y en 12.000 en europeos y nacionales.

Según los cálculos realizados en función de esos parámetros, el descuento promedio que se aplica a cada uno de los 1.875 pilotos de Iberia es de 3.635 pesetas por día de huelga. Esta cantidad hay que compararla con el promedio de los ingresos brutos de cada tripulante en una jornada, que asciende a 76.000 pesetas. Este periódico intentó sin éxito contactar con los portavoces del sindicato de pilotos para conocer su versión sobre los descuentos de sueldo.

Huelga gratis

Los expertos citados explican cuál es la sucesión de acontecimientos que desemboca en el hecho sorprendente de que los pilotos convocan huelgas que afectan gravemente a los pasajeros y a la actividad de sus compañías, pero que, posteriormente, ellos nunca llegan a realizar formalmente.

Esta situación perversa se produce porque, ante la convocatoria de huelga por el sindicato de pilotos Sepla, Iberia se embarca en una actividad frenética cuyo objetivo es, primero, recolocar al mayor número de pasajeros afectados, en los vuelos de la propia compañía que posteriormente serán declarados de servicios mínimos. A los viajeros que no pueda reubicar vía se les intenta dar acomodo en aviones de aerolíneas competidoras. Esta negociación entre empresas aéreas resulta compleja.

Una vez que los vuelos que no entrarán en los servicios mínimos se vacían de reservas de pasaje, Iberia ha de tomar la decisión de cancelarlos. Esta cancelación se hace inevitable porque los pilotos, individualmente, se niegan a responder a una carta escrita que, en el caso de la huelga del martes, remitió la compañía a cada tripulante el 13 de junio, pidiéndole que declarara si se sumaba o no a la huelga. Si el vuelo no estuviera cancelado, la tripulación podría decidir hacer el vuelo de vacío. Como el vuelo se anula a priori, el huelguista no tiene que declararse como tal.

Por otra parte, la actual dirección de Iberia está manteniendo una serie de reuniones con antiguos directivos de la compañía que tuvieron que hacer frente a alguna de las huelgas del Sepla. En estas reuniones se han estudiado iniciativas para reducir la presión de los pilotos sobre la compañía. Entre otras posibilidades se ha analizado contratar tripulaciones de la Unión Europea. La siguiente huelga está prevista el próximo 3 de julio.

El presidente de Iberia, Xabier de Irala, por otra parte ha convocado hoy un consejo extraordinario para estudiar las huelgas del Sepla y aprobar un programa de medidas de reducción de costes tendentes a paliar el impacto de los paros convocados por los pilotos.

 

El paro del Sepla provoca sobrerreserva de billetes

Las huelgas que de modo insistente convoca el sindicato de pilotos Sepla no sólo afectan a la actividad de Iberia, sino que perjudican gravemente, durante días, el normal funcionamiento de todo el sistema del negocio aéreo. Varias compañías nacionales y extranjeras que operan en cielo español ha asegurado a este diario que los paros de los pilotos de Iberia "les produce un beneficio económico marginal, a cambio de un grandísimo quebradero de cabeza".

La reacción de los viajeros que se saben afectados por una huelga de los pilotos es intentar asegurar la salida de vacaciones o de trabajo multiplicando sus peticiones de reserva de billete tantas veces como les sea posible. Las agencias de viaje no sólo no frenan esta tendencia, sino que incluso la apoyan para asegurarse ellas mismas el cobro de las comisiones que les corresponden.

La gran flexibilidad de que está dotado el sistema de reserva y cancelación de billetes aéreos permiten esta facilidad.

La consecuencia de esta práctica es que todas las aerolíneas que no están afectadas por el paro comienzan a ver incrementado el número de sus pasajeros de forma exponencial hasta entrar rápidamente en situación de overbooking. Pero las empresas saben que la mayor parte de las demandas son ficticias y tienen que dedicar recursos significativos a rastrear cuáles son las reservas que se pueden considerar válidas y cuáles tienen todas las posibilidades de resultar fallidas. Todo el sistema, en estas condiciones, se ve alterado.

 

Un sindicato gremial con dinero

El Sepla es un sindicato gremial creado en 1965, con un altísimo nivel de afiliación y gran poder económico. Se constituyó en pleno régimen franquista, bajo la peculiar legislación sindical de la época, y en ese momento se denominó Aspla. Hoy día supera los 4.000 afiliados, que pagan en función de su cargo. Algunos comandantes abonan más de 13.000 pesetas al mes. Los segundos desembolsan entre 6.000 y 8.000 pesetas, mientras que los pasivos y los no ejercientes y los que acceden a su primer empleo pagan cantidades simbólicas. La potencia financiera de la central les permite contar con una potente caja de resistencia, dotada con más de 500 millones de pesetas, según el propio sindicato, y que otras fuentes elevan hasta los 4.000 millones, cuyo destino es compensar económicamente a los afiliados que pierden su puesto de trabajo con motivo de la realización de huelga. Un supuesto que apenas ha ocurrido en la historia del sindicato. Una historia que en los últimos 20 años está marcada por las huelgas. En ese periodo el Sepla ha convocado 18 paros, incluyendo huelgas de celo como la de marzo, días antes de la OPV.

 

Air Nostrum planteará la reducción de salarios en Binter en 2002

Air Nostrum respetará durante los próximos 12 meses los convenios salariales de los 78 trabajadores (20 de ellos pilotos) de su nueva filial Binter Mediterráneo. Sin embargo, en 2002 les planteará una reducción de salarios como parte del plan de viabilidad, según el director general de la compañía valenciana, Carlos Bertomeu.

Los trabajadores de Binter Mediterráneo, adquirida por Air Nostrum a Iberia la semana pasada, cobran entre un 20% y un 25% más que los de la compañía valenciana, porcentaje que alcanza hasta el 35% en el caso de los pilotos. Según Bertomeu, "Air Nostrum negociará cuando llegue el momento, como siempre ha hecho, para adecuar los costes de la compañía a los ingresos y conseguir que sea rentable en dos o tres años".

Una de las fórmulas, según Carlos Bertomeu, podría ser sustituir una parte de la retribución por primas de productividad, ya que los aviones de Binter están infrautilizados.

Nuevas rutas

El plan de viabilidad diseñado para Binter incluye la integración en la marca Air Nostrum (operará con el código de Iberia, de la que Air Nostrum es franquiciada); el aumento de tamaño, mediante la recuperación de algunas líneas, como la de Granada-Madrid y la de Melilla-Madrid; renovación de la flota, con la incorporación de aviones Bombardier o ATR de 70 plazas, y la aludida reducción de costes.

La integración comercial será inmediata, aunque la imagen de los actuales aviones de Binter -que están en venta- no cambiará, mientras que el resto de medidas se tomarán a partir del segundo año. La continuidad de Binter como filial independiente o su absorción por parte de Air Nostrum se decidirá cuando se compren los nuevos aviones.

La compañía de la familia Serratosa pedirá a AENA la ampliación del horario de apertura del aeropuerto de Melilla y la instalación allí de una estación de combustible, con el objetivo de aumentar la frecuencia de los vuelos entre Málaga y Melilla.

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