La nueva caída de la confianza empresarial aviva los temores de recesión en Alemania
La economía alemana podría estar al borde de una recesión, según se desprende de una nueva caída, de 92,5 puntos en abril a 90,9 en mayo, del índice de confianza empresarial Ifo para Alemania occidental, comunicada ayer.
En especial, el hecho de que los empresarios también se mostraran más pesimistas acerca de la futura marcha de sus negocios -el subíndice referido a las expectativas volvió a caer, de 96,6 a 95 puntos- permite deducir que la desaceleración aún no ha tocado fondo, tal y como en los últimos días habían aventurado algunos analistas. Tampoco es mayor consuelo que la confianza empresarial se haya vuelto a recuperar levemente en el este del país: esta región es mucho menos importante en términos económicos que Alemania occidental.
En principio, el actual nivel de la confianza empresarial sigue siendo similar al de 1999, cuando la coyuntura se desaceleró transitoriamente debido a los efectos de las crisis financieras internacionales, y aún dista del de la última gran recesión, en 1992.
En caso de un ulterior deterioro, sin embargo, Alemania podría estar a punto de entrar en recesión, según han resaltado en estos días varios analistas y académicos.
Esta semana, varios institutos de investigación económica recortaron hasta una media del 1,5% sus previsiones de crecimiento económico para este año, un incremento del PIB que ayer un banquero central regional incluso dio como "poco probable". Pese a algunas voces disonantes, el Gobierno mantiene su estimación del 2% de crecimiento este año.
La evidente desaceleración, sin embargo, podría tener un alto coste político para el canciller socialdemócrata Gerhard Schröder, quien afronta elecciones en 2002. Ayer, la opositora Unión Cristiana Democrática (CDU) presentó un programa de choque para "salvar la coyuntura" que incluye medidas como acelerar la reforma fiscal, desregularizar el mercado laboral y abolir el impuesto sobre el consumo energético (la llamada ecotasa).
Una luz a la salida del túnel, sin embargo, podría ser la caída de la inflación en junio. Datos preliminares de cuatro Estados federados permiten prever que los precios han vuelto a caer, posiblemente al 3,1%, después de haberse situado en un muy alto 3,5% en mayo.