Lagos busca capital español para las infraestructuras y el turismo en Chile
Captar nuevas inversiones españolas, especialmente en infraestructuras y turismo, es el objetivo principal de la visita a España del presidente de Chile, Ricardo Lagos. Ambos Gobiernos negocian un convenio para evitar la doble imposición, y el ministro Piqué se comprometió a cerrar el acuerdo de libre comercio entre la UE y Chile entre enero y junio de 2002.
Mas allá del caso Pinochet, que los ministros de Exteriores de España y Chile, Josep Piqué y María Soledad Alvear, coincidieron ayer en calificar de "superado" en sus vertientes política y judicial, la visita a España del presidente Ricardo Lagos tiene un carácter esencialmente económico, centrado en dos objetivos prioritarios: captar nuevas inversiones españolas en el país iberoamericano, especialmente en los sectores de infraestructuras y turismo, y acelerar el acuerdo de libre comercio con la UE.
Respecto a la negociación comunitaria, la ministra Alvear obtuvo ayer el compromiso de su homólogo Josep Piqué de desvincular el convenio con Chile de las conversaciones paralelas con el Mercosur para acelerar el calendario e intentar dejarlo cerrado durante la presidencia española de la UE, en el primer semestre de 2002.
El objetivo, aunque posible, no está exento de dificultades, dado que la propia ministra chilena reconoció que restan por negociar los capítulos de mayor complejidad, como son los de aranceles y comercio de servicios.
Mientras, en el terreno de las inversiones, el evento más importante será el encuentro empresarial organizado para hoy por el Consejo Superior de Cámaras de Comercio de España, que inaugurará el propio Ricardo Lagos, y en el que participarán más de 300 empresarios, 200 españoles y los 130 chilenos que acompañan a su presidente.
Paralelamente a este encuentro general, las cámaras han cerrado ya más de 70 entrevistas individualizadas entre empresarios de los dos países para cerrar acuerdos de inversión y cooperación, centrados mayoritariamente en los sectores de nuevas tecnologías, infraestructuras, energía y agroalimentario.
Un instrumento fundamental para incrementar la inversión y el comercio bilaterales será el convenio para evitar la doble imposición que están negociando ambos Gobiernos y respecto al que los respectivos ministros de Hacienda, Cristóbal Montoro y Nicolás Eyzaguirre, acercaron ayer posiciones, aunque sin conseguir cerrarlo.
España se ha consolidado como el segundo inversor extranjero en Chile, por detrás, de EE UU, con más de 1,2 billones de pesetas de capital acumulado en los últimos cuatro años. Sin embargo, los intercambios comerciales siguen siendo una asignatura pendiente en las relaciones entre los dos países, que se intentará recuperar también durante esta visita.
A pesar del crecimiento habido en el último ejercicio, el valor de las exportaciones españolas a Chile fue de sólo 76.278 millones de pesetas, que sitúan a este país como nuestro 35 cliente mundial.
Piqué dice que "no es extraño" pagar comisiones
El ministro de Asuntos Exteriores, Josep Piqué, consideró ayer que no debería extrañar que en un contrato de la magnitud del que suscribió la Empresa Nacional Bazán con una sociedad de las Islas Jersey para apoyar la venta de dos submarinos a Chile, "pueda haber algún tipo de comisión", pero no cree que se haya cometido alguna irregularidad.
"Estamos hablando de un contrato de una tremenda importancia, de una magnitud muy considerable y creo que a nadie puede extrañarle que pueda haber algún tipo de comisión por determinadas operaciones", señaló Piqué en la rueda de prensa celebrada con su colega chilena, Soledad Alvear.
El diario El País informó el lunes que el Tribunal de Cuentas en su informe de fiscalización de 1998 analizó los 55 contratos ejecutados por la empresa pública Bazán y había criticado la falta de información sobre el contrato que suscribió con una sociedad a la que pagó 546 millones de pesetas para que apoyara la venta de dos submarinos a Chile por un importe de 60.000 millones de pesetas.
En todo caso, el ministro subrayó que el Tribunal de Cuentas dirá "lo que considere pertinente" y que "a partir de ahí si se ha cometido algún tipo de irregularidad, cosa en la que yo no creo, se tomarán las medidas oportunas".