La banca pide que Basilea rebaje las nuevas exigencias de capital
El Banco de España tiene desde ayer las alegaciones de la banca a las nuevas exigencias de capital que implicará la aplicación de Basilea II. La banca coincide en calificar de excesiva gran parte de los nuevos requisitos. La AEB considera que Basilea bajará el listón.
El Banco de España tiene en sus manos desde ayer las alegaciones que han realizado bancos, cajas de ahorros y cooperativas de crédito a los nuevos requerimientos de capital que impondrá el acuerdo de capital Basilea II.
En general, todas las entidades financieras españolas consideran excesivas las nuevas necesidades de capital que propone Basilea II. Además mantienen que las nuevas provisiones para cubrir el riesgo operacional, en el que se incluirían las pérdidas potenciales en que incurrirían las entidades como consecuencia de fallos humanos, de los sistemas de comunicación, o fraudes y otros imprevistos, son imposibles de calcular en estos momentos, razón por la que no entienden por qué deben consumir un 20% de sus recursos propios.
La AEB explica que uno de los principales problemas que se plantea en la norma de Basilea II es "cómo calibrar exactamente las nuevas exigencias de capital". De he-cho, los bancos calculan en más del 25% de media las nuevas necesidades de capital para cubrir todas las provisiones previstas.
Bancos y cajas aseguran que esta futura norma favorece a los bancos de inversión (sector dominado por entidades de Estados Unidos), en detrimento de la banca comercial. La razón es que la introducción del rating de cobertura del riesgo crediticio premia más a los bancos que operan con grandes empresas que tienen dobles e incluso triples AAA, frente a los bancos minoristas y con actividades más diversificadas, al actuar con pequeñas empresas y particulares, lo que pondera a la baja sus calificaciones.
Fuentes bancarias aseguran que estos nuevos ratings provocarán una mayor restricción en la concesión de préstamos a pymes y particulares, ya que estas calificaciones les obligarán a calcular individualmente el capital del que deberán disponer para cubrir este tipo de riesgos. "El efecto en la economía es claro. Las pymes y los particulares tendrán más difícil el acceso a la financiación, ya que con las nuevas exigencias se consume más capital, lo que derivará también en unas mayores necesidades de financiación para la banca", señalan fuentes bancarias.
Las inversiones realizadas por la banca en países emergentes también sufren una mayor penalización a la hora de la consolidación.
El Banco de España también reconoce las dificultades que tendrá la banca para hacer frente a estos requisitos, según ha dejado claro el director general de regulación del banco supervisor, José María Roldán. Roldán también afirmó que los más de 100 países que cumplen Basilea I tardarán entre 5 y 10 años en adaptarse a Basilea II.
A pesar de estas quejas, la AEB está convencida de que el Banco de Pagos Internacionales (BIS, según sus siglas en inglés) modificará a la baja los nuevos requisitos de capital, como ya ha pedido en diversos foros la Federación de Banca Europea. La AEB y los bancos consideran que en el espíritu de Basilea II no estaba aumentar las necesidades de capital, sino fortalecer el control de riesgos y la eficacia de las instituciones, razón por la que mantienen que, "al final, esta normativa se suavizará considerablemente".