La revisión rebaja el crecimiento de EE UU del 2% al 1,3%
EE UU rebajó ayer el dato de crecimiento del PIB del primer trimestre hasta un 1,3%, frente al 2% anunciado previamente. Y el presidente de la Reserva Federal, Alan Greenspan, cree que todavía hay peligro de excesiva desaceleración económica. Pero el vicepresidente del banco central Laurence Meyer ve el panorama de manera muy distinta.
El Departamento de Comercio de Estados Unidos anunció ayer que el PIB creció sólo un 1,3% en el primer trimestre, frente al 2% anunciado previamente y el 1,5% previsto por los economistas.
Además, los beneficios empresariales cayeron un 3,1%, tras bajar un 4,3% en el trimestre anterior. También ayer se supo que los pedidos de bienes duraderos bajaron un 5% en abril y las ventas de viviendas usadas lo hicieron un 4,2%.
Sin embargo, no todos los datos económicos fueron malos. El aumento del PIB sigue siendo superior al 1% registrado en el último trimestre de 2000. Y las empresas lograron reducir sus inventarios a un ritmo anual de 18.900 millones de dólares. Se trata de la primera reducción trimestral de inventarios desde el tercer trimestre de 1991 y la más acelerada desde 1983.
El gasto de los ciudadanos fue revisado a la baja, pero sigue siendo robusto, 2,9%, en lugar del 3,1% anunciado previamente. Y el índice de confianza de los consumidores que elabora la Universidad de Michigan subió en abril del 88,4 al 92.
Una cesta de indicadores que tiene confundidos a los inversores y es vista con prismas diferentes, incluso por los gobernadores del banco central.
Bajada de tipos
Alan Greenspan avisó el jueves por la noche en Nueva York que la fase de desaceleración económica "aún no ha terminado", que "todavía hay riesgos de que la debilidad económica sea mayor de lo previsto" y que ello "requerirá actuaciones adicionales". Es decir, que la Reserva Federal puede volver a bajar los tipos de interés para impulsar el ritmo de crecimiento.
El banco central ha recortado los tipos interbancarios en 2,5 puntos desde principios de enero, colocándolos al 4%, el nivel más bajo desde 1994. Y la mayoría de los economistas creen que volverá a abaratar el crédito en la reunión de los días 26 y 27 de junio.
Lehman Brothers emitió ayer una nota de análisis en la que dice que Greenspan "se inclina fuertemente hacia una nueva bajada de tipos a finales de junio" y que la decisión sobre si el recorte será de 25 o 50 puntos básicos dependerá sobre todo de los datos de empleo.
Sin embargo, el debate promete ser intenso, porque algunos miembros del consejo monetario del banco central muestran posiciones muy distintas a la de Alan Greenspan.
Entre ellos, el gobernador Laurence Meyer, que el mismo jueves declaró en Edimburgo (Escocia) que la economía estadounidense ya está camino de una recuperación gradual y que el verdadero peligro ahora es un repunte de la inflación.
En su opinión, "teniendo en cuenta que el mercado laboral sigue siendo robusto, la inflación está a un nivel superior al que yo consideraría aceptable a largo plazo y el IPC subyacente ha empezado a subir", la Reserva Federal debe esforzarse en "calibrar la bajada de tipos" con precisión para evitar que la economía "se dispare en la otra dirección y terminen generándose presiones inflacionistas conforme el crecimiento se hace más robusto".
Frente a las pocas esperanzas que arroja la economía estadounidense, la economía británica ofreció ayer mejores resultados de lo previsto. El PIB del primer trimestre creció un 0,4%, lo que sitúa la tasa interanual en el 2,6%, según los datos dados a conocer por la Oficina Nacional de Estadísticas. En principio se había estimado un incremento del 0,3%.
El crecimiento de este trimestre se debe, en particular, al buen comportamiento de los servicios, que aumentaron un 0,8% hasta marzo.