Jueces iberoamericanos y españoles apoyan un espacio judicial único
La VI Cumbre Iberoamericana de Presidentes de Cortes y Tribunales Supremos aprobó ayer un proyecto para la creación de un espacio judicial iberoamericano. La cumbre, que se celebra en Santa Cruz de Tenerife y que fue inaugurada por el Príncipe de Asturias, también aprobó dos declaraciones para facilitar el acceso del ciudadano a la justicia y para potenciar el arbitraje y la mediación en la resolución de parte de los litigios que se plantean ante los tribunales.
El espacio judicial iberoamericano consiste en un escenario específico donde el auxilio jurisdiccional internacional es objeto de mecanismos reforzados, dinámicas e instrumentos de simplificación y agilización que permitan una actividad de ese tipo adecuada y conforme a las exigencias del proceso que la motiva, según señaló el ponente del proyecto, el presidente de la Corte Suprema de Uruguay, Milton Cairoli Martínez. El texto, que tuvo que ser modificado para que contara con el apoyo del representante de Argentina, se aprobó por todos los asistentes.
El Príncipe de Asturias inauguró la VI Cumbre Iberoamericana de Presidentes de Cortes Supremas y Tribunales Supremos de una veintena de países de habla hispana y portuguesa. En su discurso abogó porque esta cumbre sirva para construir un Poder Judicial que administre la justicia "a la que tienen derecho" los ciudadanos.
Don Felipe presidió este encuentro internacional, junto al presidente del Tribunal Supremo y del Consejo General del Poder Judicial, Javier Delgado Barrio, que planteó la puesta en marcha de nuevos medios para afianzar la independencia y formación de los jueces de esta "comunidad histórica de naciones".
Red judicial
En el texto aprobado para la creación del espacio judicial iberoamericano se insta a los poderes Ejecutivo y Legislativo de los diferentes Estados a que "promuevan instrumentos internacionales y las reformas legales precisas en el ámbito interior, a fin de establecer procedimientos más simples en esta área", sobre todo para el reconocimiento de las resoluciones judiciales extranjeras.
También considera necesario el establecimiento de mecanismos de control y seguimiento de solicitudes de auxilio. En cuanto a la conveniencia de crear una red iberoamericana de asistencia judicial como mecanismo de coordinación y agilización de la actividad de auxilio judicial, se aprobó introducir que la creación de la citada red facilitará el trámite del auxilio requerido. La red estará compuesta por un número limitado de personas en cada país que facilitarán "la información previa necesaria a las autoridades requerientes, así como el seguimiento del estado de cumplimiento de cualquier solicitud, a petición de aquéllas".
También se aprobó una declaración para mejorar el acceso de los ciudadanos. Los responsables del Poder Judicial plantearon que se adecue territorialmente la distribución de los tribunales para garantizar el amparo de los tribunales. Y se solicitó la eliminación de los trámites burocráticos inútiles.
Una segunda declaración avaló la creación y promoción de sistemas de arbitraje y conciliación que, sin eliminar la función del juez natural, contribuyan a reducir el atasco judicial, un problema que sufren todos los países, que coincidieron en que los sistemas alternativos de justicia, como el arbitraje o la conciliación, contribuyen a una mayor paz social.