Los valores cíclicos tratan de romper la atonía en que se encuentra la Bolsa
A paso lento hasta la exasperación. El mercado de acciones lleva cinco semanas intentando cambiar el sentimiento de apatía actual, sin que acabe de conseguirlo. Mientras, el divorcio entre las Bolsas de Estados Unidos y las de la zona euro alcanza su máxima expresión.
Los recortes de tipos acordados en las dos últimas semanas por el Banco Central Europeo y la Reserva Federal de Estados Unidos ha provocado sentimientos enfrentados entre inversores y analistas, con especial énfasis en el escaso acierto que ha tenido la máxima autoridad monetaria europea a la hora de elegir la fecha del descenso.
Se explican de este modo los comportamiento dispares que tienen los mercados de acciones estadounidense y europeos en los últimos días, más animados aquéllos por el descenso de tipos en un contexto de inflación controlada; más timoratos éstos por la desviación alcista de los precios que se registra en el área desde el comienzo del año.
Consideran los analistas, no obstante, que si continúa la mejora en las Bolsas de Estados Unidos, los mercados europeos se verán favorecidos tarde o temprano por el efecto contagio que siempre ha existido.
De puertas adentro del mercado nacional, dos hechos llaman la atención de observadores, inversores y analistas. Uno, la tendencia de los valores cíclicos, los más apegados al curso inmediato de los acontecimientos económicos, a romper la zona de tedio y apatía en la que se encuentra el mercado desde hace cinco semanas.
La fuerte resistencia técnica y psicológica que presenta el Ibex en la zona de los 10.000 puntos es el segundo asunto que acapara el interés. Los analistas, como consenso, se han mostrado escépticos sobre la posible ruptura al alza en las próximas jornadas.