Iberdrola convoca un nuevo consejo para cambiar la dirección
En la reunión que ayer mantuvo el consejo de administración de Iberdrola se abordó la renovación de su cúpula directiva, aunque la ratificación de cambios y nombramientos se ha pospuesto para un encuentro posterior. El actual diseño de la remodelación apunta al nombramiento de Sánchez Galán como consejero delegado antes de la junta.
La composición de la nueva dirección de Iberdrola se espera aprobar en el transcurso de un consejo extraordinario, y ésta sería presentada a la junta de accionistas que se celebrará el 16 de junio. El objetivo es dar en esa fecha el mensaje de que se ha cerrado una etapa de incertidumbres avivada por el fracaso de la fusión de la eléctrica vasca con Endesa.
La comisión ejecutiva de Iberdrola celebrará una reunión el 6 de junio y otra el día 15 de ese mes. En esa misma jornada está prevista una reu-nión del consejo de administración, un día antes de la junta, de cuya fecha informó ayer a la CNMV.
Los mismos medios señalan que la renovación afectará al actual consejero delegado, Javier Herrero, que sería sustituido por Ignacio Sánchez Galán, actual consejero delegado de la operadora Airtel, aunque el fichaje no está totalmente cerrado. En principio, los mayores accionistas institucionales de la eléctrica vasca, BBVA y BBK, han aceptado mantener a Íñigo de Oriol en la presidencia de la compañía hasta el año 2002.
Sin embargo, estos cambios, que se llevan negociando desde hace casi tres meses, despejan las incertidumbres respecto al ya conocido y previsto cambio en la gestión, aunque podrían quedar temas por aclarar respecto a cuál va a ser la estrategia de la eléctrica. Y, asimismo, respecto al apoyo los citados socios institucionales a operaciones de gran calado que lleve a cabo su presidente. Mientras, en medios energéticos resucitan casi a diario los comentarios respecto a un nuevo acercamiento entre las dos grandes eléctricas españolas, que se estaría analizando tras los resultados de las recientes elecciones en el País Vasco.
Y, aunque las alemanas Eon y RWE, que mostraron interés por Iberdrola, no se enfrentarían en España a los mismos problemas que tienen la también germana EnBW y la portuguesa EDP por las respectivas participaciones públicas en sus capitales, las recientes medidas y la actitud de Economía empujan a algunos directivos y asesores de las eléctricas españolas a defender la consolidación dentro de las fronteras propias, por ser esa opción difícil pero más factible.
Por el momento, RWE y Eon, como otras empresas europeas y estadounidenses, analizan su posible entrada en España a través de la compra de la sociedad creada por Endesa con activos de generación y distribución, y que en conjunto configuran la quinta eléctrica española.