Las alianzas aéreas provocan otra disputa entre Monti y De Palacio
Las huestes del comisario de Competencia, Mario Monti, y de la comisaria de Transporte y Energía, Loyola de Palacio, discrepan de nuevo. Esta vez sobre la tolerancia que merecen los acuerdos entre las líneas aéreas para compartir rutas. De Palacio considera imprescindibles, de momento, estas alianzas. Monti acaba de redoblar los ataques contra ellas, cuestionando la presencia de Lufthansa y Austrian Airlines en Star Alliance. Y anuncia que es sólo el principio de la ofensiva.
Loyola de Palacio y Mario Monti vuelven al campo de batalla. Esta vez el estandarte de la comisaria española no es ninguna causa nacional, como ocurriera con su interferencia en la investigación sobre el billón de pesetas que intentó garantizar el Gobierno español al oligopolio eléctrico en concepto de costes de transición a la competencia (CTC). Ni tampoco el fallido intento de zancadillear la denuncia que la Comisión interpuso finalmente ante el Tribunal de la UE contra la acción de oro que Madrid mantiene en las empresas privatizadas.
En esta ocasión, la comisaria de Transporte parece alinearse con las tesis del sector aéreo europeo que defiende las alianzas entre compañías como único medio de mejorar la competitividad de esta industria.
"Las alianzas son una solución temporal", defiende De Palacio en el memorándum que entregó a los ministros de Transporte de la UE el pasado 5 de abril en Luxemburgo. Monti coincide. Pero en el informe sobre política de Competencia, presentado anteayer, sentencia que "las alianzas también pueden restringir significativamente la competencia en determinadas rutas". Y envía un aviso a todas ellas (Iberia está integrada en la alianza One World): "Es posible que sea necesario tomar medidas que mitiguen tales restricciones".
Exigencias
Ese mismo día Monti inicia su campaña y exige oficialmente a Lufthansa y Austrian Airlines, miembros de la alianza Star Alliance, que permitan a otras compañías aéreas acceder a las rutas entre sus mercados tradicionales, Alemania y Austria. De no ser así, "la Comisión no podrá autorizar el acuerdo de cooperación".
Entre el Consejo del 5 de abril y la decisión de Monti contra Star Alliance del 15 de mayo, De Palacio se ha dirigido por escrito al comisario para intentar acercar posiciones. La comisaria presentó, además, el pasado día 10, el compromiso de buena conducta sellado por las líneas aéreas para ofrecer siempre a los clientes la tarifa más barata disponible, información pormenorizada sobre posibles retrasos y mayores compensaciones por pérdida de equipaje. Fuentes próximas a Lufthansa defienden que este es el planteamiento adecuado para mejorar el servicio de las líneas europeas. "Las personas que trabajan de cerca con la industria, como De Palacio, entienden mejor sus necesidades", se congratulan esas fuentes. En los pasillos próximos al despacho de la comisaria se solidarizan con la posición del sector contra "una aplicación integrista de las normas de competencia que puede poner en peligro la competitividad".
"Para las autoridades de competencia", reconoce De Palacio en el citado memorándum, "las alianzas son una propuesta complicada, (...) [pero] son una parada a mitad del camino hacia la reestructuración más profunda [del sector]". Monti se propone que esa parada sea lo más breve posible.