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Un documento interno de la CE da luz verde a la privatización de Babcock

Babcock Wilcox (B&W) está más cerca de abandonar la órbita pública y pasar a manos de la compañía alemana Babcock Borsig. La Dirección General IV de la Unión Europea, que entiende sobre asuntos de ayudas de Estado, ha elevado un informe al Colegio de Comisarios en el que da luz verde a la privatización de la empresa vasca de bienes de equipo, controlada por la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI).

La Dirección General IV ha resuelto el expediente tras más de un año de tenerlo encima de la mesa, aunque ha puesto una salvedad. Los técnicos de la Unión, según fuentes cercanas a la compañía vasca, han puesto como condición que se deben suprimir los recursos para que B&W y su futura propietaria Babcock Borsig constituyan alianzas para acceder a determinados mercados y contratos. Esta partida, contemplada en el plan de privatización, supone 3.300 millones de pesetas (20 millones de euros).

El informe de la Dirección General IV disipa, en teoría, las sombras que se ceñían sobre la privatización de la empresa vasca de bienes de equipo. Las ampliaciones de capital suscritas por el grupo público para sanear su balance y el pasivo laboral, que sumaban más de 60.000 millones de pesetas, estaban bajo la lupa de las autoridades comunitarias.

El acuerdo de compraventa entre la SEPI y la alemana Babcock Borsig supone la creación de una nueva compañía, a la que se transfieren determinados activos de Babcock Wilcox, así como una plantilla ajustada de 650 trabajadores. La compra se cierra en 7.487 millones de pesetas (45 millones de euros)

Inversiones

La creación de la nueva sociedad supondrá a la SEPI la aportación de casi 42.000 millones de pesetas (250 millones de euros) para nuevas inversiones y otros 46.000 millones de pesetas (276,5 millones de euros) para posibles pérdidas por los contratos transferidos y para la liquidación de B&W. A cambio, la compañía alemana se compromete a invertir 22.500 millones de pesetas (135,5 millones de euros).

Babcock Wilcox registró el año pasado unas pérdidas de 33.060 millones de pesetas (198,69 millones de euros), superiores en un 70% a los resultados negativos cosechados en 1999. La facturación en 2000 alcanzó los 15.646 millones de pesetas (94,03 millones de euros), lo que supone un 65,5% menos que en el ejercicio anterior. Otro dato negativo fue el resultado neto de explotación, con unos números rojos de 41.760 millones de pesetas.

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