El Banco Mundial y el Fondo atenúan sus críticas a la política monetaria europea
El director gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Horst Köhler, y el presidente del Banco Mundial, James Wolfenshon, relativizaron sus críticas a Europa y reafirmaron ayer la gravedad de la caída del crecimiento económico mundial.
"Esta reunión semestral centrará sus debates en las salidas para la sumamente difícil situación de la economía internacional, que atraviesa una desaceleración marcada aunque de una duración relativamente corta", dijo Köhler.
Wolfenshon, con anterioridad, pidió la búsqueda de alivios y soluciones para la incipiente crisis en los países centrales. Ambos quitaron hierro a las críticas formuladas a la política europea de tipos de interés, tratando de evitar un enfrentamiento mayor este fin de semana con el presidente del Banco Central Europeo, Wim Duisemberg. "No hay que avivar el supuesto debate entre el FMI y el BCE. Yo no dije que se deberían reducir los tipos en Europa, sólo afirmé que sería útil. Pero creo que las declaraciones de Mussa, un brillante economista, no fueron las más adecuadas", aseguró.
Respecto a las relaciones con la nueva Administración republicana en EE UU, Wolfenshon y Köhler hicieron gala de sus dotes diplomáticas. "Ha habido mucho ruido en los últimos tiempos, pero estoy muy conforme con la actuación del Banco Mundial y estoy pensando en lo que debemos hacer en los próximos cinco años", aseveró su presidente, respondiendo así a las preguntas relacionadas con las críticas estadounidenses a su organismo.
Köhler, por su parte, aseguró tener "el apoyo unánime de los accionistas del FMI, incluidos los de EE UU, que ven con satisfacción nuestra política hacia Turquía, lo cual puede redundar en un aumento del prestigio y la autoridad del Fondo". En definitiva, ambos funcionarios tratan de acercar posiciones con Europa y EE UU como única forma de lograr respaldo a sus gestiones.