El FMI condiciona la recuperación a un descenso de tipos en Europa
El director del Fondo Monetario Internacional (FMI), Horst Köhler, condicionó ayer la recuperación del crecimiento mundial a una bajada de los tipos de interés en la UE y al recorte de impuestos en EE UU. Además exigió a Japón una revisión total de su sistema bancario. Köhler reconoció que la desaceleración se ha extendido a todo el mundo, pero insistió en que "no hay ninguna necesidad de pánico".
El FMI cree que hay que tomar "medidas urgentes" para impulsar la recuperación económica mundial. De hecho, la desaceleración será el tema estrella de la reunión de primavera del fondo, que empieza mañana en Washington.
Köhler urgió ayer a los principales motores económicos para que asuman su papel. Para la UE, la señal es seguir la senda de la Reserva Federal de EE UU. "Una rebaja en los tipos de interés del BCE ayudaría al crecimiento económico", afirmó Köhler. La entidad presidida por Wim Duisenberg se resiste a bajar los tipos de interés hasta que no haya mayor control de la inflación en los países de la zona euro. Los tipos de la UE están en el 4,75%.
Respecto a EE UU, el director del fondo apoyó el recorte de impuestos que prepara la Administración Bush, porque incentiva la demanda, pero pidió más rapidez e ir más allá de los 1,6 billones de dólares (casi 300 billones de pesetas) que el Ejecutivo planea rebajar en 10 años. Köhler alentó, además, a una nueva reducción del precio del dinero. La Reserva Federal ya ha bajado cuatro veces los tipos este año, del 6,5% inicial al 4,5%.
El director del FMI también envió un mensaje al futuro primer ministro japonés, Junichiro Koizumi, al que le exigió "ambición y rapidez" para resolver el estancamiento económico del país. La reestructuración del sistema bancario es "prioritaria", y Köhler recomendó que las entidades se deshagan de los créditos incobrables. Sin estos cambios, el director del fondo ve muy difícil que países como Argentina, Turquía o Indonesia puedan evitar una crisis por el impago de la deuda y un descenso de su crecimiento económico.
Peligro en Argentina
En la reunión que mantuvo con los periodistas, Köhler también repasó la situación de Argentina: "No hay duda de que está en una situación difícil", reconoció, y pidió al ministro argentino de Economía, Domingo Cavallo, más detalles sobre cómo piensa sacar al país de la recesión en la que está sumido desde 1997.
Cavallo ha afirmado en varias ocasiones que espera no tener que pedir recursos adicionales al FMI, que ya en diciembre programó un paquete de ayuda financiera de 40 millones de dólares (7.400 millones de pesetas).
Sobre América Latina, el FMI estima que México será el país más afectado por la desaceleración, dados sus estrechos vínculos comerciales con EE UU. La entidad otorga a Brasil el papel de motor de la región: "Será el país que menos sufra, aunque debe mantener la vigilancia".
Con todo, el director de la entidad confía en la recuperación económica global a partir del segundo semestre de este año. Köhler no quiso dar cifras, pero la institución prevé un crecimiento mundial del 3% en 2001, frente al 5% del año pasado.
Advertencia para Rusia
El director del fondo se mostró impresionado por la evolución de Rusia en los últimos dos años, aunque advirtió que "aún queda mucho por hacer". Köhler dijo que Rusia no debe necesitar ayuda para hacer frente a los pagos de su deuda, gracias al aumento de los precios del crudo y a la devaluación del rublo. Rusia ya ha dicho que no pedirá créditos al FMI este año, pero negociará un programa económico para 2002-2004. Moscú quiere reestructurar la deuda, que en 2003 le obligará a hacer frente a un pago de 18.000 millones de dólares (3,3 billones de pesetas).
El descontrol del IPC y la indecisión en las reformas estructurales son los dos grandes problemas detectados por el fondo. Sin embargo, el Gobierno ruso promete grandes triunfos: inflación del 14%, frente al 20,2% de 2000; solvencia para pagar la deuda hasta 2002, y equilibrio presupuestario ese año, según anunció ayer el ministro de Finanzas, Alexei Kudrin.