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Las bodegas mejoran un 32% las ventas, favorecidas por los altos precios del rioja

Las bodegas aragonesas tuvieron en 2000 su mejor año, coincidiendo con el desplome de sus competidoras. Las pymes de las denominaciones de Calatayud, Campo de Borja, Cariñena y Somontano aumentaron sus ventas un 32% y, en seis años, han conseguido casi duplicar su cuota de mercado en España, del 2,5% al 4,8%.

Las pequeñas y medianas bodegas que integran las cuatro denominaciones de origen de Aragón (Calatayud, Campo de Borja, Cariñena y Somontano) incrementaron el año pasado sus ventas un 32%, frente a los fuertes retrocesos de sus competidores. En el mismo periodo, las ventas del total de las denominaciones de origen españolas cayeron un 1%, pero el desplome fue mucho mayor en las dos regiones limítrofes de Navarra y La Rioja. La primera cayó un 9% y la segunda, un 8%.

A diferencia de La Rioja y Jerez, donde el sector se encuentra dividido entre las grandes bodegas, con fuerte presencia de compañías multinacionales y las pequeñas firmas artesanas, en Aragón el tejido vinícola se halla dominado exclusivamente por las pymes.

Esta circunstancia puede haber sido determinante para facilitar la contención de los precios en origen, circunstancia a la que los empresarios achacan la fuerte reducción de las ventas en La Rioja. De hecho, una bajada del 12% en los precios (108 pesetas en litro), efectuada en enero, ha permitido a las bodegas de rioja un crecimiento del 39% en las exportaciones en lo que va de año.

El precio de los reservas

El precio medio de los reservas de rioja se situó en 2000 en las 1.359 pesetas por litro, mientras los de Somontano se contuvieron en las 604 pesetas. El rioja popular (vinos del año) alcanzó un precio medio de 485 pesetas litro, mientras Cariñena lo situó en 361 y Navarra, en 440 pesetas. Unas diferencias demasiado abultadas como para no ser apreciadas por los consumidores.

Los vinos aragoneses han conseguido que la cuota de mercado del 2,5% que tenían en 1994 haya pasado al 4,8% en 2000. Sin embargo, el técnico de AC Nielsen –firma que elabora los informes sobre la evolución de las denominaciones de origen españolas–, Ignacio Lauroba, ha señalado, durante su intervención en las jornadas organizadas por el Instituto Aragonés de Fomento y celebradas el pasado fin de semana en Zaragoza, que "las bodegas aragonesas deben seguir apostando por vinos innovadores y no caer en la tentación de elaborar caldos a bajo precio, porque ello supondría trivializar sus marcas".

Este experto advierte que "es absolutamente necesario que las pymes vinícolas busquen mercados fuera, ya que, si las cuatro denominaciones coinciden en disputarse el mercado aragonés, se produciría un fenómeno de canibalización, que acabaría perjudicando gravemente a to-das". Además, las bodegas deben hacer un esfuerzo para dirigir el mayor porcentaje de sus ventas hacia el canal de la restauración, ya que su producto se halla ya sólidamente implantado en el sector de la distribución alimentaria". Todo ello sin perder de vista, naturalmente, que los fuertes incrementos de precios han sido los principales responsables de que en España se dejaran de vender 60 millones de litros el año pasado.

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