La recaudación del IVA se frena y crece sólo un 8,5%

El aumento de los ingresos ligados al IVA se ha desacelerado en los tres primeros meses de este año, fruto del menor vigor del consumo, hasta el 8,5%, frente al 19% de enero a marzo de 2000.

El menor vigor de la demanda interna sigue pasando factura a la recaudación tributaria por impuestos ligados al consumo, que crece cada vez menos. Ayer, el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, adelantó, antes de que se hagan públicos los datos globales de la ejecución presupuestaria del primer trimestre, que los ingresos por IVA aumentaron de enero a marzo de este año sólo un 8,5%, en comparación con el mismo periodo de 2000, en el que se registró un fuerte crecimiento, del 19%.

No obstante, Montoro calificó de "satisfactorio" esta cifra, y la puso como ejemplo de que la economía "sigue creciendo con fuerza", a pesar del escenario de desaceleración económica, que ha obligado al Gobierno a reducir su previsión de crecimiento del PIB para este año del 3,6% al 3,2%.

El titular de Hacienda indicó que el comportamiento del IVA ha ayudado a que el Estado registre hasta marzo un superávit presupuestario, en términos de contabilidad nacional (criterio que computa los ingresos y gastos cuando se devengan), frente al déficit del 0,1% del PIB cosechado un año antes.

Montoro insistió en que el Gobierno mantiene su intención de acabar el ejercicio reduciendo a cero el déficit público, tal y como estimó en los Presupuestos Generales, y a pesar de la revisión a la baja de las previsiones de PIB, "sin caer en la vieja tentación política de dejar el pago de la deuda a generaciones futuras". En su opinión, la "holgura" con que se diseñaron los Presupuestos para 2001 permite absorber el escenario macroeconómico vigente, más pesimista que el estimado en octubre de 2000.

Es más, consideró que el resto de países que conforman la Unión Europea (UE) cometería "un gran error" si relajan sus políticas presupuestarias ante un escenario de menor crecimiento. "Los planes de estabilidad están para cumplirlos; todo lo contrario debilitaría la confianza en la zona euro", advirtió, animando a los países centrales a "arrimar el hombro".

Ecotasa

Montoro criticó también los análisis que tildan de "preocupante" la caída del ahorro de las familias que se ha producido en los últimos meses. A su juicio, las familias están haciendo un importante esfuerzo en compra de vivienda, "que es una forma de ahorro a largo plazo, basado en la confianza que tienen en la evolución de la economía".

Por otro lado, y en relación con la aprobación de la ecotasa (impuesto que grava el alojamiento en hoteles de los turistas) por el Parlamento balear, el ministro reiteró que el Ejecutivo tratará de evitar la proliferación de "inventos fiscales" por parte de las comunidades, "que resultan redundantes con hechos imponibles de otros impuestos", causando doble imposición.

Mientras Hacienda sigue estudiando la presentación de un recurso al tributo balear, un informe hecho público ayer, encargado por el Gobierno andaluz a un grupo de expertos fiscales, rechaza la implantación de la ecotasa en Andalucía por su impacto en el sector turístico de la región.

 

Los ingresos por privatizaciones caen un tercio

Los ingresos por privatizaciones, otra de las fuentes de financiación del Estado utilizadas por el Gobierno en los últimos años, se baten en retirada. Según el último informe del Consejo Consultivo de Privatizaciones, presentado ayer por su presidente, Luis Gámir, el Estado ingresó el año pasado 165.238 millones de pesetas por la privatización de empresas públicas, un tercio menos que en 1999, en el que los ingresos por este concepto ascendieron a 482.500 millones.

Desde que se aprobó el Programa de Privatizaciones, en junio de 1996, hasta ahora, el Estado se ha embolsado 4,8 billones de pesetas por la venta de 39 empresas públicas y otras 46 operaciones de privatización. Los ingresos por privatizaciones supusieron el año pasado sólo un 0,17% del PIB, frente al 0,5% de 1999.

Gámir explicó que el Gobierno continuará en 2001 con la venta de empresas públicas, integradas en la SEPI, entre las que destacó la de Ence y Trasmediterránea.