Koizumi arrolla en las primarias y se perfila como nuevo primer ministro
Junichiro Koizumi, el candidato reformista del gobernante Partido Liberal Democrático (PLD), despejó ayer el camino para convertirse en el nuevo primer ministro de Japón tras barrer en las primarias de su partido. Con 123 puntos sobre 141 en las votaciones locales, sólo necesita obtener 121 votos de los 346 parlamentarios que deciden hoy a su nuevo líder.
Los 2,36 millones de miembros del PLD con derecho a voto dejaron claro que apuestan por un cambio. Al menos ese ha sido el estandarte de la campaña electoral de Koizumi (Cambiar el PLD, Cambiar Japón, es su lema), que le ha llevado a obtener una abrumadora mayoría sobre el conservador ex primer ministro Ryutaro Hashimoto, favorito indiscutible hasta días antes de las elecciones y que sólo consiguió 15 de los 141 puntos que ayer estaban en juego.
Los otros dos candidatos, el jefe de política del PLD, Sizuka Kamei, y el ministro de Economía, Taro Aso, fueron ignorados por los afiliados de las provincias. El primero obtuvo sólo tres puntos, mientras que Aso no logró ninguno.
Los parlamentarios del PLD deciden hoy los 346 votos restantes de los 487 totales (ayer se dicidieron 141), y los analistas confían en que no darán la espalda a los afiliados, a pesar de que la facción más numerosa dentro del partido apoya a Hashimoto. El nuevo líder del PLD se convertirá, con toda seguridad, en el nuevo primer ministro, en sucesión de Yoshiro Mori, pues dicha fuerza disfruta de mayoría en el Parlamento.
Los resultados sorprendieron a todos, incluso al victorioso Koizumi, quien declaró: "Probablemente nadie pensó que algo semejante podía ocurrir. Siento un inesperado y gran futuro, ya que muchos en el partido creían que si las cosas continuaban como hasta hoy se nos acabaría la esperanza".
La victoria llevó optimismo a los bonos a 10 años, cuyo precio subió 0,549 puntos hasta 97,47, bajando el rendimiento 6,5 puntos básicos, hasta el 1,4%. Koizumi ha anunciado que reducirá la venta de bonos del Estado hasta 30 billones de yenes (45 billones de pesetas), frente a los 34,6 billlones vendidos el año pasado. Koizumi quiere reducir la deuda pública del Estado (el 130% del PIB), disparada por el continuo intento del Gobierno de reactivar la economía a base de gasto público. Otro de los grandes cambios sería la privatización del servicio postal, una de las principales fuentes de ingresos que se destinan al gasto público.
La confianza de los consumidores vuelve a caer
La malas noticias económicas siguen su curso imperturbable en Japón. El índice de confianza de los consumidores cayó casi tres puntos en el primer trimestre de 2001, hasta 40,2, según informó ayer el Instituto Económico y Social.
El gasto doméstico supone aproximadamente el 60% de la economía japonesa. Sin embargo, el temor al paro y al estancamiento de los salarios hace que los ciudadanos se preocupen más ahora de ahorrar dinero que de gastarlo. De hecho, las ventas en los supermercados y grandes almacenes cayeron en febrero un 5% respecto al mismo mes del año anterior.
æpermil;ste es el segundo trimestre consecutivo que cae el índice de confianza de los consumidores. Además, el resultado del trimestre anterior se revisó a la baja, de 43,4 a 43.