La escalada de violencia hace fracasar el diálogo entre palestinos e israelíes
Violencia sin fin en Oriente Próximo. Un coche bomba estalló en la localidad israelí de Or Yehuda, a pocos kilómetros de Tel Aviv, causando siete heridos, según informaron las autoridades. Además, un niño palestino de 11 años murió y otras 14 personas resultaron heridas en el enfrentamiento entre soldados israelíes y manifestantes palestinos durante un funeral que se celebró ayer en Gaza.
Al estallido de violencia se unió un nuevo fracaso en las conversaciones de paz. Los altos mandos de seguridad palestinos e israelíes se reunieron ayer en Gaza para buscar soluciones al conflicto. Sin embargo, las conversaciones se interrumpieron a los 10 minutos sin que se llegase a ningún acuerdo sobre qué debe hacerse primero.
Las autoridades israelíes están preocupadas con la nueva ola de violencia, pues ya se han sucedido tres atentados en menos de dos días. "Lo peor está aún por llegar", afirmaba ayer un militar israelí. De hecho, un portavoz del grupo integrista Hamas amenazó ayer con una escalada en la violencia: "Los próximos días serán los más negros en la historia de Israel". La organización reivindicó ayer el atentado suicida perpetrado el domingo en la ciudad israelí de Kfar Saba, donde murieron el autor y un civil judío, y otras 50 personas resultaron heridas.
Piqué pide la paz
Este es el panorama que se encontró ayer el ministro español de Asuntos Exteriores, Josep Piqué, que llegó a la ciudad cisjordana de Ramala para reunirse con el presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Yasir Arafat. Piqué expresó el apoyo de la UE al plan de paz propuesto por Jordania y Egipto, que pasa por el fin del bloqueo a los territorios palestinos de Gaza y Cisjordania. Piqué tiene previsto desplazarse hoy a Tel Aviv para reunirse con el primer ministro israelí, Ariel Sharon.
Por otra parte, el Ejército israelí informó ayer de la detención de una "célula terrorista", cuyos miembros pertenecen a Fuerza 17, la guardia personal de Arafat.