La recesión ya es palpable en los resultados de las empresas de EE UU
Mientras los economistas debaten sobre si la economía de EE UU caerá o no oficialmente en recesión, Wall Street intenta digerir algo que pocos cuestionan: los resultados de la mayoría de las empresas del país sí atraviesan ya una fase recesiva y sus directivos están respondiendo a la crisis con recortes masivos de gastos. Empezando por la plantilla.
La Reserva Federal de Estados Unidos acaba de bajar de nuevo los tipos de interés y aduce como uno de los principales motivos de su decisión la "persistente erosión de los beneficios empresariales". Es lo que en Wall Street califican como "recesión de los beneficios", y resulta evidente al revisar las tablas de resultados trimestrales presentadas en los últimos días.
Los descensos de dos dígitos en el volumen de beneficios se extienden a todo tipo de compañías. Desde el conglomerado industrial Honeywell (que ha visto caer su beneficio neto trimestral un 91%), hasta el fabricante de vehículos General Motors (88%), pasando por la líder del negocio de semiconductores Intel (82% menos).
Todavía puede durar
Y las perspectivas de futuro son poco esperanzadoras. El economista Richard Berns-tein, del banco Merrill Lynch, recuerda en un reciente informe que "desde 1970, el periodo más corto de desaceleración de beneficios registrado en Estados Unidos duró seis trimestres".
La actual fase de declive de beneficios ha durado ya tres trimestres. "La más larga duró 14 trimestres", anota Bernstein.
Es decir, que a pesar de la acelerada bajada de tipos de interés y los momentáneos repuntes de optimismo en las salas de negociación de Wall Street, las empresas estadounidenses pueden tardar todavía bastante tiempo en enderezar el barco de su rentabilidad.
Por lo pronto, las previsiones de resultados del primer trimestre han sido rebajadas bruscamente a la baja entre el 1 de enero y principios de abril. Según los datos recopilados por la firma Thomson Financial/First Call, que sondea regularmente a los analistas de Wall Street, el sector de energía es el único que ha visto mejoradas sus previsiones de rentabilidad en los últimos meses.
Las empresas de comunicaciones preveían a principios de año un descenso del 8,9% en su beneficio para el primer trimestre del ejercicio y ahora auguran un declive medio del 32,4%. Las de tecnología prevén un recorte del 45,8%.
Y los propios ejecutivos de las compañías son conscientes de que la mejora no está a la vuelta de la esquina. Según un estudio que acaba de presentar Mercer Management Consulting, tres cuartas partes de los 130 ejecutivos sondeados por la consultora creen que la actual fase de desaceleración durará más de seis meses. Un 70% de las empresas reconoce que está sufriendo desde hace meses presiones de precios o declive en el volumen de ventas. Y un porcentaje similar ha respondido a la situación con la vieja fórmula de reducir gastos aceleradamente en toda la organización.
Muchas han recortado los presupuestos de publicidad, viajes y bonificaciones. Otras han recurrido a despidos masivos: 22.000 en Motorola, 11.500 en Delphi, 10.000 en Lucent, 8.500 en Cisco...
Inexpertos en crisis
Adrian Slywotzky, coautor del informe de Mercer Management Consulting, cree que "como muy pocos gestores han dirigido sus organizaciones en fases previas de fuerte desaceleración, muchos afrontan el reto simplemente dando tajos" en el apartado de gastos.
Sin embargo, "no todos los clientes, empleados, proyectos y productos son igualmente rentables", añade el consultor. Es decir, que en lugar de reducir costes de forma más o menos indiscriminada, las empresas deberían "aplicar estrategias que permitan asumir las necesidades financieras a corto plazo y sentar las bases para un aumento de valor a largo plazo".
En cuanto a los motivos del declive de resultados, la mayoría de los directivos echan la culpa a la desaceleración económica.
Pero los analistas advierten que algunas empresas afrontan, además, otros retos importantes que poco o nada tienen que ver con la crisis económica: Intel está perdiendo cuota de mercado a manos de AMD en procesadores para ordenadores personales (PC); Gillette tiene que redefinir qué productos y marcas son realmente estratégicos para su negocio; Ford sigue sufriendo los efectos del escándalo Firestone, etcétera.
Sueldos millonarios
Algunas compañías han trasladado la penalización por menores resultados a sus máximos ejecutivos: General Motors recortó un 57,5% las retribuciones a su presidente, Jack Smith, para el 2000 (así y todo se llevó 4,29 millones de dólares, unos 790 millones de pesetas). Y Larry Ellison, presidente de Ora-cle, se ha quitado a sí mismo el salario y los bonos hasta el 2004. Pero estos casos son la excepción.
Según Standard & Poor's Institutional Market Services, las compensaciones en efectivo a los presidentes de las 365 mayores empresas de Estados Unidos crecieron un 18% el año pasado (los salarios de los empleados subieron en cambio sólo un 4,3%).
Y algunos casos han resultado especialmente polémicos. Michael Eisner, presidente de WaltDisney (que acaba de anunciar 4.000 despidos), recibió una bonificación de 11,5 millones de dólares y opciones de Disney Internet Group valoradas en más de 30 millones, a pesar de que el beneficio neto del grupo ha caído a menos de la mitad entre 1997 y 2000.
Microsoft, AOL, IBM y Boeing capean el temporal
No todas las grandes compañías estadounidenses han caído víctimas de la llamada "recesión de beneficios". Las empresas eléctricas y de gas natural como Enron, Dynegy o Duke están presentando excelentes resultados. De hecho son tan buenos que algunos políticos las acusan de provocar la crisis eléctrica de California inflando artificialmente los precios mayoristas.
En el sector aeronáutico, Boeing ha sorprendido gratamente a los inversores presentando un beneficio trimestral de 762 millones de dólares, un 117% más que un año antes.
Microsoft, la líder en programas para ordenadores personales, superó las previsiones de los analistas con un incremento del 2,5% en su beneficio neto y un aumento de ventas del 14%. Las cosas también le fueron bien a las informáticas IBM (que ganó un 15% más interanual) y Apple Computer (que salieron de pérdidas).
Incluso en las industrias de Internet y medios de comunicación, especialmente azotadas por el desplome de la inversión publicitaria, ha habido algunas sorpresas gratas.
El gigante AOL Time Warner, que es el mayor conglomerado de medios de comunicación del mundo, aumentó un 37% los beneficios antes de intereses, impuestos, depreciaciones y amortizaciones (Ebitda). Y la empresa de subastas por Internet EBay ganó 21 millones de dólares, 11 veces más que en el primer trimestre del año 2000.
Es decir, que la desaceleración económica no afecta a todas por igual.