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El PSOE lamenta la falta de consenso y apuesta por el ahorro de agua

El portavoz del Grupo Socialista en el Congreso, Jesús Caldera, fue uno de los más críticos con el texto del Plan Hidrológico, debatido ayer en el Pleno de la Cámara Baja. Caldera defendió el proyecto alternativo enviado esta semana a las Cortes por su grupo, en el que se anteponen a los trasvases otras medidas, como la instalación de desaladoras, el mejor aprovechamiento de los cauces subterráneos y las políticas de ahorro de agua.

En el turno de réplica, el ministro de Medio Ambiente, Jaume Matas, calificó el plan socialista de "incoherente" y de ser "una faena de aliño, hecho con urgencia e improvisación para intentar mantener la unidad del partido", en referencia al apoyo al PHN de Extremadura y Castilla-La Mancha, territorios donde Gobierna el PSOE. El ex ministro de Obras Públicas José Borrell, autor del frustrado plan hidrológico socialista de 1993, lamentó que el PP haya echo recaer sobre el río Ebro el peso del PHN e insistió en que este proyecto de ley debe salir del Congreso con el máximo consenso posible. Gaspar Llamazares, de IU, advirtió del impacto medioambiental y sobre el clima de las obras proyectadas, asunto al que también se sumó el portavoz de IC, Joan Saura.

Saura criticó también a CiU por "lanzarse en los brazos del PP" para mantenerse en el poder en Cataluña. De la misma forma, el presidente del PSC, Pasqual Maragall, acusó a CiU de incumplir el acuerdo del Parlament catalán de rechazar el Plan Hidrológico presentado por el ministro Matas.

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