<i>Greenspan y el 'efecto tango', claves</i>
Contaba ayer el analista jefe de una sociedad de valores y Bolsa que la evolución y comportamiento de los mercados durante esta semana serán determinantes para proyectar el futuro inmediato. Si la tendencia no mejora, añadía, cabe esperar tiempos muy difíciles en las Bolsas del mundo.
Este análisis o reflexión en voz alta destaca, ante todo, el grado de abatimiento, frustración y pérdida de fuerza relativa que se registra en el mercado desde hace semanas tras el hundimiento continuado de los valores tecnológicos. Reafirma, asimismo, el sentimiento generalizado de que Alan Greenspan, y sólo él, puede devolver la calma y la tranquilidad perdidas.
A medida que se acerca la gran fecha de la reunión del Comité de Mercados Abiertos de la Reserva Federal (hoy con los mercados nacionales cerrados) abundan las apuestas sobre un recorte de tipos de interés mayor de lo esperado. En concreto se proyecta un descenso de 0,75 puntos al considerar determinados analistas que con ello se aliviaría la presión sobre la economía de Estados Unidos y se confirmaría su recuperación para el segundo semestre.
La tesis de marras no es compartida, sin embargo, por la totalidad de los analistas. El consenso es que los recortará 0,5 puntos, porque un descenso mayor dejaría con las manos atadas al máximo responsable de la política monetaria de Estados Unidos.
La Bolsa española tiene, además, otros focos de interés. Es lo que ayer los analistas de Beta Capital definían ya como efecto tango, al hilo de otras ocurrencias pasadas, como en su día lo fueron el denominado efecto tequila o, también, el efecto samba.
Consideran los expertos que la presentación del nuevo plan de ajuste para la economía argentina, lejos de representar un soplo de aire fresco, parece que va a quedar simplemente en una mala corriente de vientos fuertes.