'Contar con el diseñador gallego es conveniente, pero no imprescindible'
Pregunta.
Parece que con esta OPA se han cumplido los rumores sobre una posible integración entre Cortefiel y Adolfo Domínguez, ¿no cree?
Respuesta. Bueno, esa es una de las razones por las que nosotros nos hemos decidido. La compañía está en una situación de inestabilidad, con una caída creciente en los beneficios de los últimos tres años y con una situación de debilidad que la hacían susceptible de caer en manos de cualquiera. Nosotros hemos preferido que fuera una compañía española, y yo creo que eso garantiza más el futuro de todas las personas que están en la empresa. Cortefiel es un grupo que, además de tener una presencia importante en este país, tenemos una presencia internacional creciente y, en ese sentido, reforzaremos la expansión de Adolfo Domínguez tanto en el interior como en el exterior.
P. La acción de Adolfo Domínguez a finales del año pasado estaba muy barata, pero desde que comenzó 2000 no ha hecho más que subir.
R. Sí, por las especulaciones del mercado, había rumores y la acción empezó a subir.
P. ¿Ustedes han comprado?
R. Cortefiel no tiene ni una sola acción de Adolfo Domínguez. No somos una empresa oportunista. Nuestro futuro está en lo que sabemos hacer, en nuestra gente, en nuestro conocimiento del mercado de proveedores, en la compra, y creemos que eso va a beneficiar mucho a Adolfo Domínguez y, en ese sentido, queremos ser respetuosos con todos. Nuestro negocio no es el de un financiero que compra barato para vender un poco más caro; nuestro negocio es comprar una compañía a su precio y ser capaces de aprovechar las sinergias.
P. Adolfo Domínguez salió al doble de precio de los nueve euros que ahora ofrecen ustedes.
R. Bueno, nuestros asesores han establecido diversas gamas de valoración en función de los fundamentales de la empresa. De no salir esta operación adelante, el riesgo que tiene Adolfo Domínguez es la imposibilidad de mantenerse en Bolsa en un mercado cada vez más globalizado, porque se trata de una compañía pequeña.
P. Esta es una OPA no pactada, ¿han hablado ya con Adolfo Domínguez?
R. Hemos hablado reiteradas veces con él a través de los representantes para expresarle nuestro interés de llegar a acuerdos positivos para ambos, pero realmente no hemos llegado nunca a una fase de negociación. Y, evidentemente, no hemos tenido una respuesta positiva y, por eso, hemos decidido presentar esta oferta que no es hostil, porque es beneficiosa. De hecho, ya ha beneficiado a los accionistas de Adolfo Domínguez en un 21% sobre la cotización del último día. Por tanto no creo que se trate de nada hostil, yo creo que es una operación positiva. Es verdad que no es esperada porque estas operaciones hay que hacerlas por sorpresa y con buenas intenciones. De hecho, mi primera llamada ha sido para Adolfo Domínguez, aunque desgraciadamente no he podido contactar con él porque estaba de viaje, pero la intención es expresarle que estamos dispuestos a hablar con él y con sus accionistas.
P. ¿Han tanteado ya a los principales accionistas?
R. Hay algunos accionistas importantes, pero hay muchos minoritarios, porque en la salida a Bolsa de Adolfo Domínguez entraron muchos pequeños ahorradores y eso hace que haya pocas instituciones.
P. ¿Si no consiguen el apoyo de Adolfo Domínguez van a seguir adelante?
R. Si tenemos el 51%, sí.
P. ¿Y cree que tienen posibilidades de lograr ese 51%?
R. Si no lo pensáramos, no hubiéramos hecho la OPA.
P. ¿Conciben Adolfo Domínguez sin el diseñador?
R. Adolfo Domínguez es conveniente, pero no imprescindible.
P. ¿Cómo van a financiar la compra?
R. Con recursos propios. Nosotros tenemos una deuda muy baja y, de hecho, los analistas nos han indicado la conveniencia de endeudarnos más para potenciar el crecimiento.
P. El segundo accionista en importancia después de Adolfo Domínguez es el grupo Puig, ¿ya han hablado con ellos?
R. Nosotros hemos hablado con todos y a todos les hemos manifestado nuestro deseo de hacer las cosas lo mejor posible y lo más beneficioso posible para todos. Ellos lo que ahora tienen que hacer es hablar entre ellos antes de tomar alguna decisión.
P. ¿Pero les habían comentado algo antes de la OPA?
R. Estas cosas no se pueden comentar con nadie antes de realizarlas.
P. ¿Y la presencia de las cajas de ahorro?
R. Yo creo que es positiva;son varias cajas y cada una tendrá sus planteamientos.
Una marca que se quedaría vacía sin su mentor
Tras analizar las condiciones de la OPA de Cortefiel sobre Adolfo Domínguez, el mercado ha elaborado distintos escenarios de análisis. No faltan quienes consideran que la operación 'nace condenada al fracaso', porque nueve euros por acción es un precio muy poco atractivo y convierte en probable que los accionistas de referencia (Adolfo Domínguez, Puig y las cuatro cajas de ahorros) se unan y por un precio no muy elevado consigan hacerse con el 2% que les falta para hacerse con el 51% mínimo que exige Cortefiel.
Además, pese a las debilidades financieras que está aireando Cortefiel de la sociedad gallega, lo cierto es que los resultados de la última temporada, con un crecimiento de las ventas del 32%, son positivos. Al parecer, Cortefiel ha aprovechado que Inditex (dueña de Zara) está en plena preparación de su salida a Bolsa para lanzar la OPA sobre Adolfo Domínguez. De esta manera impide que el empresario gallego pueda recurrir a Amancio Ortega, propietario de Inditex, como el caballero blanco que le resolviera la situación. Una maniobra que estaría muy bien vista por el Gobierno y Caixanova.
Ayer, los sindicatos y la patronal ourensana mostraron su preocupación ante la OPA, ya que el centro de producción de Adolfo Domínguez está en la provincia. Para la patronal, de prosperar la operación, 'el poder de decisión quedaría fuera de Ourense'.
Marca personal
Sin embargo, a los analistas no se les escapa que la marca Adolfo Domínguez sin el propio diseñador se convertiría en una 'enseña fantasma'. Además, su integración es difícil, porque 'se trata de un formato de moda y diseño más avanzado', asegura âs-car Marcos, analista de Merrill Lynch. En su opinión, 'ya han echo una incursión en esta línea con la marca Pedro del Hierro, pero le está costando despegar'.
Incorporar la prestigiosa marca gallega sería la gran aportación para Cortefiel. Por su parte, para Adolfo Domínguez, las ventajas vendrían por el lado, no ya de la imagen, sino de la producción y la distribución.
En manos de los accionistas de referencia podría estar la solución final. æpermil;stos tienen la posibilidad de presionar, pero reconocen que una espantada del accionista mayoritario sería perjudicial.
Adolfo Domínguez: Un costurero a medio camino
entre arte y empresa
Chanel, Versace y Dior marcaron el comienzo de este costurero -como él mismo se define-, aunque no tardó en crear su propia cultura. Incluso ideó un lema que dio la vuelta al mundo de la moda: la arruga es bella.
Hijo de un célebre sastre de Ourense, Adolfo Domínguez inicia su aventura empresarial en 1973, cuando se incorpora a la compañía familiar, Adolfo Domínguez e Hijos, dedicada a la confección de trajes. Antes se había volcado en los estudios de cine en París y en su carrera de filosofía y letras en la Universidad de Santiago de Compostela. La muerte de su padre le obliga a tomar las riendas del negocio en plena transformación.
El momento crucial de la compañía coincide con la diversificación de la actividad y su salida al exterior promovida por este sastre de modo tenue e intuitivo. La compañía textil inicia su desarrollo en Europa; más tarde, en Asia, y después, en América.
En 1991 se quema la fábrica ourensana con toda la producción dentro. Este infortunio, lejos de quebrar la perseverancia de Adolfo Domínguez, le empuja a arrancar desde las cenizas con una nueva estructura industrial, lo que le permite abaratar precios. Monta una nueva empresa fortalecida y logra poner en el mercado la colección desaparecida en el incendio en sólo dos meses.
Domínguez propone un nuevo concepto de gestión empresarial en el sector: su propio control de supervi-sión en todo el proceso productivo, desde el diseño, pasando por la fabricación y las ventas.
Años más tarde sufre la marcha del negocio de sus tres hermanos, que luego intentan hacerle sombra con la puesta en marcha de la cadena Purificación García, aunque esta circunstancia no le quita el sueño.
Este gallego de 50 años se siente 'un costurero a medio camino entre artista y empresario', pero da fe de que 'la salida a Bolsa es necesaria para perpetuar un negocio familiar que tiene un alto índice de mortandad'. De hecho, su salida a Bolsa en 1997 la consideró como un 'destino indiscutible para su empresa'.
Negocio familiar
Pero, a pesar de cotizar en el mercado, Adolfo Domínguez sigue siendo una empresa familiar fuertemente personalizada, ya que entre él y su mujer controlan el diseño de la ropa. La relación estrecha que mantiene con sus empleados, gallegos en buena parte, es otro de los puntos inauditos de su gestión.
El aumento de tiendas (suman ya 101) favorece el crecimiento de los ingresos en un 7,6% en 2000, a pesar de que sus resultados netos caen un 10,2% y se sitúan en 1.102 millones de pesetas en ese mismo año.