Ericsson, última víctima del parón mundial en la telefonía móvil

Ericsson ha sucumbido también a los efectos del fuerte parón en las ventas de terminales celulares que ha sacudido a los grandes fabricantes de equipos de telecomunicaciones. La compañía sueca anunció ayer que no cumplirá las previsiones de resultados, hasta el punto de que tendrá pérdidas en el primer trimestre que pueden alcanzar los 91.500 millones. La noticia provocó una nueva jornada negra en Bolsa para el sector, en la que Ericsson perdió el 21% de su valor en un solo día.

Primero fue Nokia, luego Motorola, hace tres días Alcatel y ayer le tocó el turno a Ericsson. Los mayores fabricantes de equipos y de terminales de telefonía celular se enfrentan a uno de los peores años de la década por la fuerte caída de la demanda. Después de años de elevado crecimiento, motivados por el tirón de los mercados celulares en Europa, el consumo ha caído drásticamente en 2001 y ha obligado a los implicados a ajustar sus planes de negocio.

Ericsson, el mayor fabricante de equipos de telefonía móvil, ha sido la última víctima. Ayer anunció que podría tener sus primeras pérdidas trimestrales en nueve años, debido al recorte de gastos que están acometiendo las operadoras y a la drástica caída en las ventas de terminales. La noticia, igual que las de sus predecesores, provocó el hundimiento de la cotización de Ericsson, que perdió el 21% de su valor en la sesión de ayer. Igualmente funcionó el efecto contagio, que dio lugar a fuertes pérdidas también en las acciones de sus competidores.

La compañía sueca prevé perder entre 73.000 y 91.500 millones de pesetas antes de impuestos en el primer trimestre. Las ventas se estancarán o caerán "ligeramente" en los tres primeros meses del año. Hace sólo un mes, Ericsson cifraba el crecimiento de la facturación en el 15% y preveía que el resultado neto se mantuviera en el umbral de rentabilidad.

"La ralentización del crecimiento está afectando a todas nuestras operaciones", explicaba ayer la compañía. "Los clientes de Estados Unidos, en particular, están posponiendo sus inversiones. También en Europa occidental los operadores de los países con mayor cuota de penetración están retrasando los desembolsos". Las ventas de teléfonos móviles, por su parte, caerán "considerablemente" en el trimestre.

El anuncio de Ericsson ha supuesto la última, hasta el momento, mala noticia en un sector gravemente herido por la ralentización del crecimiento en Estados Unidos, la caída en la venta de terminales celulares y el parón en las inversiones de las operadoras europeas, asfixiadas por el coste de las licencias de telefonía de tercera generación.

La primera compañía que alertó sobre el futuro más próximo fue Nokia, que hizo coincidir la presentación de unos resultados anuales mejores de lo esperado, con una previsión de las cuentas para el primer trimestre bastante pesimista. A finales del mes de enero, el líder mundial en la venta de terminales aseguró que el enfriamiento de las economías del mundo recortaría en un 25% las ventas previstas de móviles en el año. Así, en 2001 se venderán cerca de 500 millones de teléfonos celulares, frente a los 550 previstos inicialmente.

El segundo fabricante mundial de terminales, Motorola, corroboró las previsiones de su rival menos de un mes después y anunció que podría entrar en pérdidas durante este trimestre si el mercado de venta de móviles no se reactiva. En el caso de Motorola serían las primeras pérdidas operativas trimestrales en los últimos 15 años.

Aunque no fabrica terminales, Nortel también se ha visto afectada por el parón en la demanda de equipos de telecomunicaciones. La compañía despedirá a 10.000 trabajadores para compensarlo, pero aún así podría entrar también en pérdidas.

Con este escenario, no es de extrañar que los fabricantes de equipos lideren las clasificaciones de mayores caídas en Bolsa en lo que va de año, con retrocesos que rozan el 50% en el caso de Nokia y Ericsson.