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El Salón del Automóvil de Barcelona intenta salvar la asistencia de los importadores

Fira de Barcelona mantiene negociaciones de última hora con los importadores de automóviles que operan en España para que estén presentes en la próxima edición del Salón Internacional del Automóvil de Barcelona.

La patronal española de importadores, Aniacam, que agrupa a empresas como Volvo, Fiat o BMW, ya ha hecho pública su decisión de no acudir a la edición 2001, pero los responsables del salón barcelonés mantienen conversaciones individuales con cada uno de los miembros para que reconsideren sus posición y acudan a la cita. Por ejemplo, Honda, miembro de Aniacam, ya se desmarcó desde el principio de la decisión conjunta y anunció su intención de acudir a Barcelona.

Según fuentes del sector, Aniacam y Fira de Barcelona han alcanzado un acuerdo para que los importadores acudan en bloque a la edición del año 2003, pero la decisión de acudir a la de este año se ha dejado en manos de cada uno de los miembros. "Algunos importadores ya han prescindido del presupuesto para la edición de este año y es muy difícil hacerles cambiar de opinión, en cambio otros se lo están replanteando", explicaron las mismas fuentes.

Suzuki y Santana

El Salón del Automóvil de Barcelona está padeciendo una de las mayores crisis de su historia justo cuando Ifema ha conseguido en apenas dos ediciones colocar su Salón del Automóvil entre los primeros de Europa.

La semana pasada, Fira de Barcelona destituyó al director del salón, Albert Gimeno, y las negociaciones individualizadas con los miembros de Aniacam las está manteniendo el presidente de Fira, Jaume Tomás, y su director general, Josep Gual.

Sin embargo, pese al esfuerzo, se podrían producir nuevas bajas. El fabricante español Santana, miembro de la patronal Anfac, no tiene decidida su asistencia al salón por la situación de crisis que atraviesa la sociedad. La ausencia ya decidida de Suzuki compromete su presencia.

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