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El diálogo sobre pensiones se complicaría si se impone una reforma, según las centrales

En medio de vorágine de los últimos contactos para cerrar la reforma laboral, el Ministerio de Trabajo convocó ayer una reunión tripartita (Gobierno, sindicatos y patronal) de la mesa de las pensiones.

El resultado del encuentro fue muy satisfactorio, pero los sindicatos introdujeron una advertencia: si el Gobierno legisla de forma "perniciosa" para los sindicatos en materia de reforma laboral, la mesa de las pensiones "se complicará".

A la salida del encuentro, el tono era completamente distinto al manifestado por los negociadores de la reforma laboral. Todas las partes anunciaron sonrientes la "buena" e incluso "excelente" marcha de esta mesa de diálogo.

En la reunión de ayer no se concretaron avances sobre las medidas para reformar el sistema de protección social que se están discutiendo y tan sólo se acordó un compromiso: el Gobierno presentará en los próximos días un informe económico detallado sobre el coste que tendrían las reivindicaciones de cada una de las partes en el sistema de protección social.

La intención de este documento es que prevalezca el criterio económico sobre las decisiones de esta mesa y que ninguna de las medidas ponga en riesgo el equilibrio ya conseguido de las cuentas de la Seguridad Social.

El otro logro de la reunión de ayer, a juicio de empresarios y sindicatos, fue el compromiso de que la mesa de las pensiones seguirá su curso independientemente de lo que ocurra en la negociación sobre el mercado de trabajo.

No obstante, y pese a este buen clima y esta "independencia de las mesas", los representantes de CC OO, José Luis Sánchez, y de UGT, Pedro Díaz Chavero, lanzaron una clara advertencia al Gobierno. "Si el Gobierno legisla de forma perniciosa, el contenido de esta mesa se vería notablemente afectado", dijo Díaz Chavero.

Propuestas aceptadas

Los representantes sindicales se mostraron claramente satisfechos porque el secretario de Estado de la Seguridad Social, Gerardo Camps, no rechazó de plano ninguna de sus propuestas, según aseguraron. Incluyendo su reivindicación de facilitar la jubilación anticipada, si bien la dureza de las condiciones y las personas que podrán acogerse a ella aún están por negociar.

La patronal, por su parte, volvió a insistir ayer en su petición de rebaja de cotizaciones empresariales vinculada al fomento de la contratación, en este caso de los trabajadores de más edad.

Jiménez Aguilar explicó la conveniencia de que a los empresarios les resulte más barato contratar a los trabajadores que pasan de determinada edad (los 55 años, por ejemplo) y sobre todos aquellos que ya han sobrepasado la edad de jubilación (65 años) y que pretendan permanecer en sus puestos de trabajo.

El siguiente paso será que el Gobierno cuantifique económicamente el coste de estas y otras propuestas, incluidas las suyas, y facilite el informe a sindicatos y empresarios en el plazo de una o dos semanas. Posteriormente los responsables de Trabajo mantendrán reuniones bipartitas con las partes y luego otra tripartita, en la se espera que el acuerdo este ya lo suficientemente perfilado.

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