Bridgestone ganó un 80% menos por el cambio masivo de ruedas defectuosas
Bridgestone hizo públicos ayer sus peores resultados anuales en una década. El fabricante japonés de neumáticos ganó 17.740 millones de yenes (27.912 millones de pesetas), un 80% menos. El reemplazo de 6,5 millones de ruedas defectuosas en EE UU ha propiciado esta caída.
La caída de beneficios es algo menor de lo esperado por la propia compañía, que calculaba un retroceso del 85% sobre las cifras del año anterior, que se elevaron a 88.690 millones de yenes (unos 139.548 millones de pesetas). Las ventas cayeron también un 3,8%, hasta quedar en 2,01 billones de yenes, pero lo que verdaderamente ha provocado el descalabro en las cuentas ha sido el coste de reemplazo de 6,5 millones de ruedas en EE UU, donde se presume que los fallos en la fabricación de varios modelos de neumáticos de su filial Firestone han causado accidentes en los que han fallecido 170 personas.
La matriz hizo una provisión extraordinaria de 81.400 millones de yenes para hacerse cargo de los reemplazos y el coste de los litigios que tiene en EE UU. La compañía, presidida por Yoichiro Kaizaki, tomó 350 millones de dólares (63.700 millones de pesetas) de reservas para hacer frente a los esperados costes de los procesos judiciales. La mayor parte de las facturas relacionadas con los problemas de la filial americana repercutieron en el segundo semestre del año, periodo en el que la compañía perdió 1.874 millones de pesetas.
En la empresa japonesa son conscientes a medias de que los problemas de imagen creados por los fallos de Firestone van a repercutir negativamente en su futuro a medio plazo. Además de la caída de ventas por problemas de imagen, la ralentización del mercado americano influye a la baja en las ventas de componentes, ya que se fabrican menos coches. No obstante, Firestone mantiene que en 2001 el beneficio será de 48.000 millones de yenes con unas ventas sólo un 3% menores, 1,9 billones de yenes.