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INTERNACIONAL

El IPC se eleva en EE UU al 3,7% por el precio del gas y la electricidad

El IPC de EE UU subió un 0,6% en enero, el mayor repunte en 10 meses, debido sobre todo al aumento registrado en los precios de la energía. La tasa interanual subió del 3,4% al 3,7%. Los analistas creen que la Reserva Federal seguirá bajando los tipos de interés, pero con mucha más cautela.

Estados Unidos recibió ayer el segundo susto inflacionista consecutivo: el IPC mensual subió un 0,6% en enero (el mayor repunte en 10 meses y el doble de lo previsto por los expertos). La tasa interanual se colocó en el 3,7%, frente al 3,4% de diciembre.

Los precios de los productos energéticos fueron los principales causantes de la subida. Sin embargo, la inflación subyacente (que no incluye ni alimentos ni energía) también subió más de lo previsto: un 0,3%, frente al 0,2% augurado por los expertos y el 0,1% registrado en el mes de diciembre.

Estos datos se suman al fuerte aumento de precios mayoristas anunciado la semana pasada: un 1,1% en enero, el mayor en más de una década. Y ambos indicadores pueden obligar a la Reserva Federal a ser más cautelosa en la agresiva bajada de tipos que inició en enero (los interbancarios fueron recortados un punto porcentual en el plazo de un mes, algo que no ocurría desde la recesión de 1990-91).

La mayoría de los expertos sigue creyendo que el banco central continuará abaratando el precio del dinero para impulsar el ritmo de crecimiento económico. Pero muchos han descartado la idea de que lo haga antes de la reunión del próximo 20 de marzo y otros creen ahora que la próxima bajada será de sólo 25 puntos básicos (en lugar de los 50 puntos que preveían hasta hace unos días).

La decisión seguramente dependerá de los indicadores económicos que se presenten en los próximos días, sobre todo el índice de confianza de los consumidores y las tablas de producción manufacturera. En últimas, la Reserva Federal tendrá que calibrar como siempre si es mayor el peligro de inflación o el de estancamiento económico.

Desacelerador económico

El repunte del IPC en enero estuvo impulsado sobre todo por los aumentos del gas natural (un récord del 17,4%) y la electricidad (2,6%, la mayor subida desde febrero de 1980). Y el propio presidente de la Reserva Federal, Alan Greenspan, dijo hace unos días en el Senado que el encarecimiento de la energía está teniendo más efecto como desacelerador del ritmo de crecimiento que como motor inflacionista.

Es decir, que la subida de costes energéticos no sólo impulsa los índices de precios, sino que también recorta la capacidad de gasto de particulares y empresas.

En el peor de los escenarios posibles, Estados Unidos puede desembocar en una fase de estanflación (estancamiento del crecimiento combinado con alta inflación). Sin embargo, las previsiones de la Reserva Federal indican que el ritmo de crecimiento repuntará en la segunda mitad del año.

Ayer, Robert Parry, uno de los gobernadores del banco emisor, señaló que el escenario más probable será el de una recuperación progresiva de la actividad económica, hasta alcanzar a final de año un crecimiento medio del 2-2,5% en el PIB.

Aunque por debajo de los últimos años "el crecimiento de la economía estadounidense continuará", afirmó Parry en una conferencia en la Asociación de Economía de Empresa. "Pueden estar seguros de que la FED vigilará atentamente para que el crecimiento siga viajando en los raíles", subrayó Parry.

 

El déficit comercial baja por tercer mes

El déficit comercial estadounidense bajó por tercer mes consecutivo en diciembre, un mes en el que cayeron tanto las importaciones como las exportaciones. El saldo negativo fue de 32.990 millones de dólares, un 0,4% menos que en noviembre.

Las importaciones cayeron un 0,7% (hasta 122.810 millones de dólares), con un fuerte descenso en la compra de componentes de automoción y bienes de gran consumo. Datos que reflejan la moderación registrada en el nivel de demanda de los estadounidenses, que han refrenado su nivel de gasto conforme empeora su nivel de confianza en la economía, uno de los factores claves en la actual fase económica.

Las exportaciones, que siguen viéndose perjudicadas por la fortaleza del dólar, bajaron un 0,8% (hasta 89.820 millones de dólares) debido, sobre todo, al declive de ventas de componentes industriales, semiconductores y equipos de telecomunicaciones.

A pesar de la moderación de los últimos meses, el déficit comercial para todo el ejercicio 2000 alcanzó un récord de 369.700 millones de dólares (frente a los 265.000 millones de 1999). Y China reemplazó a Japón como el país con mayor superávit comercial frente a EE UU, con un saldo a su favor de 83.800 millones de dólares (un 22% más que en 1999).

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