Cinco nuevos casos elevan a 29 el número de animales infectados
El Ministerio de Agricultura confirmó ayer la aparición de cinco nuevos casos de vacas locas, cuatro de ellos en Galicia y uno más en Castilla y León. Con éstos, son ya 29 los animales infectados en España.
El ministro de Agricultura, Miguel Arias Cañete, confirmó ayer la aparición de cinco nuevos casos de 'vacas locas', cuatro en Galicia y uno en Castilla y León, con lo que el total de animales enfermos en España asciende a 29, siendo precisamente estas dos comunidades autónomas en las que más reses afectadas por esta enfermedad se han detectado hasta el momento, 17 en Galicia y seis en Castilla y León.
Según explicó Arias Cañete, se trata de dos vacas nacidas en 1993, otras dos en 1994 y una en 1996, cuatro de ellas frisonas y una cruzada. Las vacas gallegas pertenecían a explotaciones de los municipios de Villalba (Lugo), San Amaro (Ourense) y Zas y Touro (A Coruña). La res de Castilla y León pertenece a una explotación de la localidad leonesa de Algadefe.
El titular de Agricultura consideró, no obstante, que 29 casos es un "número limitado" que "no permite hablar de epizootía en estos momentos". El ministro indicó que los sistemas de detección puestos en marcha en el plan de coordinación emprendido por el Gobierno y las comunidades autónomas para combatir la encefalopatía espongiforme bovina (EEB) o enfermedad de las vacas locas "están funcionando", como muestra el hecho de que se hayan detectado nuevos casos. Hasta ahora, el número total de test realizados asciende a 30.000, de los cuales más de 12.000 se han hecho en Galicia, la comunidad en la que se están sacrificando más animales con edades superiores a 30 meses.
Arias Cañete explicó que existen 12 laboratorios autonómicos que están haciendo sus propios test, además del laboratorio de Algete que colabora con aquellas comunidades autónomas que no han desarrollado sus propios laboratorios, por lo que aseguró "que el ritmo de test se está aumentando notablemente".
Presión de los ganaderos
En este sentido, indicó que, a medida que se incrementen los sacrificios de animales de más de 30 meses y se hagan más test, "se podrá calibrar cuál es el impacto de la zoonosis", tanto en número total de animales afectados como en aquellos territorios en los que se detectan más casos.
Por otra parte, la Unión de Pequeños Agricultores (UPA) convocó ayer a los ganaderos a manifestarse mañana viernes en varias ciudades en protesta por la actitud del Gobierno ante esta crisis.
El secretario general de la UPA, Fernando Moraleda, denunció un presunto fraude económico en la fabricación de piensos tras la prohibición de las harinas cárnicas para rumiantes en 1994, ya que el consumo de dichos productos creció unas 100.000 toneladas entre 1994 y el pasado año.
La CE prohíbe la exportación de ganado británico
La Comisión Europea decidió ayer prohibir hasta el primero de marzo las exportaciones de ganado del Reino Unido, tras el brote de fiebre aftosa detectado en ese país.
Las exportaciones de bovinos, ovinos, cabras y de animales de pezuña partida (como el antílope) serán cerradas inmediatamente, según un comunicado del Ejecutivo comunitario.
Bruselas ha tomado esa decisión sin consultar previamente al comité veterinario permanente de la Unión Europea (UE), ya que la normativa permite en determinados casos adoptar medidas de salvaguarda sin el dictamen de los expertos.
La Comisión ha prohibido también las exportaciones británicas de carne fresca, productos cárnicos elaborados, lácteos, pieles y cualquier otro producto derivado con fecha posterior al primero de febrero del 2001, salvo los que hayan sido sometidos a un tratamiento específico para eliminar cualquier riesgo, indica el comunicado.
La decisión de Bruselas, que no afecta al movimiento de animales en territorio británico, será revisada por el comité veterinario de la UE el próximo 27 de febrero. El Reino Unido descubrió ayer 27 cerdos afectados por la enfermedad, el primer brote de fiebre aftosa en el país desde 1981, señalaron fuentes comunitarias. Esos casos fueron localizados en una granja del condado de Essex (sureste de Inglaterra). A su alrededor, las autoridades británicas han establecido una zona de exclusión de ocho kilómetros. La fiebre aftosa no afecta al hombre pero es altamente contagiosa entre el ganado.