La segunda vida de los teléfonos móviles
Los madrileños podrán reciclar sus teléfonos móviles hasta Semana Santa. La novedosa iniciativa nació de Asimelec y cuenta con el apoyo de fabricantes y operadoras.
Desde el pasado 29 de diciembre, los madrileños tienen la oportunidad de reciclar sus teléfonos móviles y complementos que guardan en sus casas ya sea porque están estropeados o porque no se usan. La iniciativa, que nació de la Asociación Multisectorial de Empresas Españolas de Electrónica (Asimelec), ha encontrado rápidamente el apoyo de los grandes fabricantes de móviles, como Nokia, Alcatel, Sam-sung, Panasonic, Philips, Siemens, Nec, Telital, Vitelcom, Mitsutel y Trium, y de las operadoras Airtel y Amena. Telefónica no ha querido participar.
El coste total de los tres meses de duración del proyecto se eleva a unos 30 millones de pesetas, que están siendo financiados en su integridad por los fabricantes.
Según los estudios de viabilidad del proyecto realizados por la consultora Norcontrol en base a las premisas del plan piloto, se ha demostrado que la repercusión sobre el precio final de venta del móvil sería de unas 25 pesetas por unidad. Aunque esta cifra, aseguran, será menor en la medida que se amplíe el plan al resto de provincias españolas.
Las operadoras, aunque no contribuyen con una financiación directa, no se han querido quedar fuera y han decidido aportar su red de distribución y personal que informe sobre la iniciativa.
La Comunidad de Madrid ha sido el escenario elegido por todos para empezar con una experiencia piloto, que, de tener el éxito esperado, se ampliaría a lo largo de este año a toda España.
"Elegimos Madrid porque, según nuestros estudios, es la ciudad donde hay mayor consumo de móviles. Calculamos que se vendieron 18 millones el pasado año, un 17% del total del país", aseguró José Pérez García, director general de Asimelec.
Para implementar el proyecto se han elegido 60 puntos de recogida de residuos de los móviles, que están repartidos entre las tiendas de venta al público de este tipo de equipos y los servicios técnicos de los propios fabricantes, donde se han instalado los contenedores.
Una vez finalizada la campaña de recogida, los teléfonos serán enviados a la planta de tratamiento de Indumetal Recycling, en Bilbao, para su desmontaje manual y posterior reciclado.
Esta experiencia piloto se ha diseñado con el objetivo de dar cobertura a un 25% del total de residuos de telefonía móvil generado a lo largo de 2000 (150.000 teléfonos más complementos) en la Comunidad de Madrid (que es la que más residuos genera). A lo largo del primer trimestre de 2001 aspiran a recoger un total de entre cuatro y cinco toneladas de residuos.
"Todavía es algo pronto para anticipar resultados, pero hace una semana superamos la tonelada de residuos, lo que equivale a unos 5.000 móviles", explicó el director general de Asimelec, quien, además, aseguró estar notando mucha más sensibilidad social con el tema.
La Comunidad de Madrid contribuye activamente en la campaña de comunicación, apoyándola de forma institucional y prestando además un centro de recepción de llamadas.
Para motivar a los propietarios de móviles a participar en este programa, los promotores del mismo realizarán un sorteo de equipos de tercera generación en el que por la entrega de cada teléfono obsoleto recibirán una participación.
Ecopilas
Por otro lado, Asimelec también se ha puesto en campaña para el reciclado de pilas, En este sentido ha promovido la constitución, hace pocos meses, de Ecopilas, una fundación para la gestión medioambiental de las pilas y baterías. Este organismo cuenta con la participación de los principales fabricantes españoles de pilas como Cegasa, Duracell, Energizer, entre otros.
El patronato tiene como objetivo la creación de un sistema integrado de gestión (SIG) de residuos de pilas, acumuladores y baterías portátiles usadas. "Nos hemos comprometido con el Ministerio de Medio Ambiente a empezar a trabajar este año en tres comunidades autónomas", explicó Pérez. Sin embargo, la asociación está aún inmersa en pleno proceso de análisis de los sistemas de reciclado existentes en cada comunidad y la forma de optimizar sus costes.