Villar Mir desoye a la CNMV y no modifica la OPA sobre Cantábrico
Ferroatlántica, del grupo Villar Mir, ha decidido no revisar su segunda OPA sobre Cantábrico (25,8 euros por título por el 100% del capital), como le ha solicitado la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). Este organismo comunicó a la citada empresa que debía eliminar la condición por la que supedita el éxito de la OPA a lograr al menos el 60% del capital. Villar Mir en esta segunda oferta va acompañado de la tercera eléctrica alemana EnBW.
Al no acceder a eliminar las cláusulas condicionantes, la CNMV previsiblemente no autorizará su segunda OPA, pero se mantendría vigente la primera (19 euros por acción y por el 25% de la eléctrica asturiana), que sí tiene autorización del organismo que preside Pilar Valiente. Y, como consecuencia derivada, la CNMV aprobará casi de inmediato la oferta de la alemana RWE (el 100% de Cantábrico por 26 euros). En otro escenario, el grupo alemán (que cuenta con el apoyo del empresario español Juan Abelló) se habría visto obligado a subir su oferta hasta los 27,1 euros por título. No obstante, según medios consultados, el grupo Villar Mir y EnBW (un 25% propiedad de la francesa EDF) no descartan lanzar una nueva oferta y mejorar la de RWE.
Sobre la empresa asturiana está aprobada además otra oferta, dirigida por Electricidade de Portugal (EDP) y Cajastur, y que cuenta con el compromiso de TXU (propietario del 19,4% del capital) de venta de esa participación a ellos.
Compras
A este complejo panorama se le une la investigación que ha abierto de oficio la CNMV sobre compras de paquetes de la empresa que preside âscar Fanjul. Entre esas operaciones se encuentra la adquisición de más del 1% de Cantábrico que la pasada semana intermedió la sociedad Julius Baer.
La comisión quiere averiguar si posibles transacciones tienen como destino final algunas de las compañías que tienen ahora planteada una oferta sobre la eléctrica asturiana. La normativa vigentes prohíbe, en esos casos, realizar compras de la empresa opada.
Las compañías interesadas por Cantábrico precisarán, además, de un apoyo muy mayoritario del capital (el 75% del representado en la junta) para modificar los estatutos que blindan la compañía.