Los dueños de Sabena se dan 15 días para decidir el futuro de la empresa
Sin acuerdo previo con los sindicatos comenzó ayer una crucial junta de accionistas de la aerolínea de bandera belga, Sabena. La junta que reunía a los representantes del Gobierno belga, que posee el 50,5% de la empresa, y SAirGroup, con el 49,5%, decidió posponer la decisión de salvar o no la compañía hasta el 23 de febrero, fecha en la que se reunirán de nuevo.
Mientras, seguirán las actividades de la compañía y en estos 15 días se espera que los directivos cierren el acuerdo con los trabajadores para que éstos acepten 700 despidos en una plantilla de 11.800 personas.
La viabilidad de la empresa, que ha estado en pérdidas durante la mayor parte de los noventa, se encuentra pendiente de un plan de rescate valorado en 750 millones de euros (124.789 millones de pesetas) y una recapitalización de 250 millones de euros (de los que 100 deben ser aportados por el Gobierno belga y 150 por el grupo suizo).
Según una auditoría independiente, Sabena se quedará sin liquidez a finales de este mes. El compromiso de SAirGroup por mantener su aportación expira el día 27 y no ampliará este plazo, según avisó ayer.
La aportación de capital tiene además otra complicación. La CE ha advertido al Gobierno belga que considera que su parte es una ayuda de Estado contraria a la legislación comunitaria.
Las negociaciones con los sindicatos avanzaron ayer tras la huelga de pilotos del martes, que forzó la cancelación de 55 vuelos de los 79 previstos para aquella fecha.