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El Congreso de EE UU investigará el indulto de Clinton a Marc Rich

El indulto del financiero Marc Rich, firmado por Bill Clinton horas antes de que dejase la Casa Blanca, ha abierto la caja de los truenos en EE UU. Congresistas de ambos partidos han criticado la decisión y el republicano Dan Burton ha iniciado una investigación oficial sobre el asunto.

El indulto presidencial al magnate de las materias primas Marc Rich, que llevaba 17 años evadido de la justicia estadounidense, amenaza con convertirse en el primer escándalo pospresidencial de Bill Clinton.

El senador republicano John McCain ha calificado la decisión como "una desgracia". El demócrata Tom Daschle la considera "inapropiada". El alcalde neoyorquino Rudolph Giulianni, que fue uno de los fiscales que llevó a Rich a tribunales, pidió al Congreso que investigue este asunto.

Y el republicano Dan Burton, que preside el Comité de Reforma del Gobierno de la Cámara de Representantes, ha abierto una investigación oficial sobre este asunto.

Rich, de 66 años, abandonó Estados Unidos en 1983, cuando estaba a punto de ser condenado por fraude, conspiración y evasión de millones de dólares de impuestos. Además estaba acusado de violar el embargo a Irán impuesto por Estados Unidos durante la crisis de los rehenes que estalló a finales de 1979.

Burton quiere saber "si el presidente tenía motivaciones inadecuadas para conceder el perdón, si las autoridades legales fueron consultadas antes y si han sido violadas las leyes que regulan el lobby ante el presidente".

Es decir, si son ciertas las sospechas de que Clinton otorgó el indulto a cambio de las sustanciosas donaciones a políticos demócratas hechas por la compositora Denise Rich, ex esposa del financiero, (más de un millón de dólares desde 1993).

Rich consiguió, además, que su expediente fuese gestionado por el influyente abogado Jac Quinn, que fue jefe de equipo del demócrata Al Gore y asesor legal de la Casa Blanca hasta 1997.

Nacido en Bélgica en el seno de una familia judía, Rich emigró a España en 1941, huyendo de la ofensiva nazi. De aquí pasó a EE UU, donde protagonizó una vertiginosa carrera como intermediario de materias primas. En 1974 se asoció con su amigo Pincus Green para fundar Marc Rich & Co, que se convirtió en un imperio multibillonario con presencia en decenas de países.

En 1993 traspasó la compañía a sus ejecutivos, que la renombraron como Glencore (hoy es dueña de un 44,4% de Asturiana de Zinc y de un 39,5% de Xstrata, firma que ha lanzado una OPA sobre el 100% de Asturiana).

Dos años más tarde volvió a los negocios con el Marc Rich Group y su fortuna personal ronda hoy los 1.000 millones de dólares.

En los años ochenta y primera mitad de los noventa, Rich hizo negocios con el banquero Mario Conde (al que terminó llevando a los tribunales) y protagonizó importantes inversiones inmobiliarias en España. Eran los tiempos en los que invitaba en su casa marbellí al ex ministro Miguel Boyer y prestaba su avión privado al también ex ministro José Luis Corcuera.

Refugiado en Suiza (donde la evasión fiscal no es un delito extraditable), Rich ha vivido todos estos años bajo la sombra de una orden de busca y captura internacional. Sin embargo, ha viajado a países como España, Israel, la antigua URSS, Portugal y Reino Unido, sin que ningún Gobierno hiciese el más mínimo amago por detenerle.

 

Malas relaciones con los políticos republicanos

"Teherán, Irán, 4 de noviembre de 1979. Militantes iraníes invaden la embajada de EE UU. Durante 14 meses, mantienen como rehenes a 53 estadounidenses. Miles de iraníes recorren las calles al grito de "¡Muerte a América!". Pero un americano se hizo pronto popular ante el nuevo Gobierno de Teherán...." Así empezaba el relato con el que el Departamento de Justicia de EE UU explicaba su orden de busca y captura contra el financiero Marc Rich.

Rich violó el embargo impuesto a Irán tras la crisis de los rehenes, y llevaba 15 años intentando sellar un pacto que le dejase fuera de la lista de los fugitivos más buscados.

Sin embargo, los Gobiernos de los republicanos Ronald Reagan y George Bush padre no se mostraron receptivos. De hecho, a principios de los noventa hubo rumores de que el Gobierno de Bush pensaba secuestrarle para volver a entregarle a la justicia.

El triunfo electoral de George Bush hijo hizo que Rich acelerase su ofensiva para lograr el perdón presidencial antes de que los republicanos volviesen a controlar la Casa Blanca.

Sobre todo, porque sus relaciones con Paul O'Neill, ex presidente de la multinacional de aluminios Alcoa y nuevo secretario del Tesoro, no son nada buenas. Según The Wall Street Journal, ambos se enemistaron en los ochenta, cuando mantuvieron una dura puja por un yacimiento de bauxita en Jamaica, que, finalmente, se quedó Rich.

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