Una bomba mata al cocinero de un cuartel de San Sebastián
Ramón Díaz García, de 51 años, padre de dos hijos, cocinero de la Comandancia de Marina de San Sebastián, fue asesinado ayer en el barrio donostiarra de Loyola al arrancar su vehículo particular, en el que ETA había colocado una potente bomba-lapa cargada con tres kilos de dinamita.
La explosión, registrada a las 7.40 de la mañana, produjo heridas de diversa consideración a tres peatones que pasaban por el lugar. Ramón Díaz, la primera víctima mortal de ETA de este año, acababa de tomar café con unos amigos en un bar situado junto a su domicilio, al que acudía todos los días. Minutos después puso en marcha el vehículo y su cuerpo salió disparado entre la chatarra.
La víctima había nacido en Salamanca, pero llevaba más de 40 años viviendo en San Sebastián, informa Europa Press. Hijo de un militar, era electricista de profesión pero al cerrar su empresa se dedicó a la cocina. Era gran aficionado al deporte de la pelota vasca y tenía relación con el equipo de remo de Loyola.
Concentraciones
El atentado provocó una larga cadena de comunicados de condena de las principales formaciones políticas. El lehendakari, Juan José Ibarretxe, realizó un llamamiento a ETA para que abandone la violencia. Los Reyes, el Gobierno, las distintas instituciones y organizaciones sociales coincidieron en destacar el sinsentido del atentado y en exigir también a la banda terrorista que deje las armas.
Desde diversas instancias sociales y políticas fueron convocadas numerosas concentraciones en señal de protesta. Juan José Ibarretxe pidió a las fuerzas políticas vascas una respuesta unitaria al atentado.
ETA ha asesinado a 24 personas desde que finalizó la tregua en diciembre de 1999, cinco de ellas en Guipúzcoa. La policía sospecha que es en esta provincia donde la organización dispone todavía de una potente infraestructura. La Ertzaintza trabaja con la hipótesis de que los asesinos de Ramón Díaz son miembros del comando Donosti, que han buscado un "objetivo fácil" para compensar los fracasos que han tenido últimamente, al no estallarles los coches-bomba y explosivos colocados en Getxo y en Zarauz.
El pasado miércoles, ETA vio frustrada su intención de asesinar mediante el mismo método al subteniente José Luis Díaz Pareja en la localidad navarra de Zizur Mayor.