La retirada de Linda Chavez debilita la posición de Bush
La retirada de Linda Chavez como candidata a secretaria de Trabajo de EE UU ha debilitado la posición del presidente electo George Bush y ha renovado los ánimos a los grupos que se oponen a otros candidatos a formar parte del futuro gabinete.
Chavez se retiró tras ser acusada por sindicatos y congresistas demócratas de alojar y dar trabajo a una inmigrante ilegal guatemalteca a principios de los 90. La misma acusación que frustró el nombramiento de Zoe Baird, la primera candidata de Bill Clinton para el puesto de fiscal general en 1993.
Conseguida la renuncia de Chavez, unas 200 agrupaciones anunciaron ayer que unirán fuerzas para bloquear la confirmación del ultraconservador John Ashcroft como nuevo fiscal general.
La Conferencia para el Liderazgo de los Derechos Civiles, la asociación que defiende los derechos de las minorías (Naacp), el grupo ecologista Sierra Club y el poderoso sindicato del automóvil United Auto Workers son algunos de los participantes en la campaña "Frenar a Aschcroft", que incluirá anuncios en televisión, manifestaciones y entrevistas con los senadores que deben ratificar al candidato.
El Comité Judicial del Senado empezará el martes la audiencia para confirmar al nuevo fiscal general, donde ambos partidos presentan listas de testigos para que se manifiesten a favor o en contra del candidato.
Para frenar el nombramiento, los grupos civiles deberán asegurarse el voto en contra de los 50 senadores demócratas y de, al menos, uno de los 50 republicanos.